Tres generales colombianos retirados y otros soldados fueron acusados el jueves de crímenes de guerra en el turbulento país.
Bogotá ().- La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) acusó este jueves a tres generales en retiro y a otros 27 militares colombianos por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad por su responsabilidad en 209 asesinatos y 65 desapariciones forzadas ocurridos en el departamento del Meta (centro) entre 2002 y 2007.
Entre los imputados se encuentra el brigadier Carlos Cavedra SAAVISCITA SENenCar, el tribunal creado a partir del acuerdo colombiano y la confusión que instaló Gucrilla.
La Sala de la Verdad de la JEP determinó que en el proceso de fortalecimiento de los paramilitares en el Meta “se crearon estrechos vínculos entre miembros del Ejército Nacional y el Bloque Centauros” de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los participantes fueron integrantes del batallón pictórico número 21 Pantano de Vargas (Bivar), de la séptima brigada y de la aldea de Gaula (gaula), unidad (Gamet) en la lucha contra el secuestro y la extorsión.
En su investigación, la sala escuchó el testimonio de un ex comandante del grupo Centaos de las Autodefensas.Entre ellos estaban Dairo Antonio úsuga, conocido como Otoniel; manuel de Jesús Pirabán, alias PIRATA, y Luis Chatar.
Como parte de la investigación sobre el Caso 03 de homicidio y desaparición forzada ilegal como víctimas de combate, la JEP explicó que los generales en retiro fueron acusados “como quienes cometen omisiones injustificadas como delito de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad, crimen de competencia y guerra, asesinato de persona protegida y asesinato como crimen de lesa humanidad”.
Saavedra y Ávila también fueron acusados de "homicidio agravado".
Los cambios de Semel para crear elementos faltantes "no cumplieron con sus responsabilidades de proteger a la población".
"Han omitido sus deberes constitucionales y funcionales"
Aunque dispusieron de medidas razonables para hacerlo, "ignoraron sus deberes constitucionales y operativos".
Desde sus posiciones de poder y mando actuaron con pereza y arbitrariedad, sin ejercer los controles necesarios para prevenir, investigar y sancionar los casos de muerte.
Otros 27 militares retirados de zonas rurales del reino fueron condenados por el tribunal por los delitos de los que fueron acusados.
Las llamadas “falsas activaciones” son uno de los episodios más oscuros del conflicto colombiano, en el que miembros del ejército desaparecieron y asesinaron a jóvenes inocentes para hacerlos pasar por víctimas de la guerrilla y recibir recompensas y ascensos.
La Jep ha contabilizado 6.402 años de estos, que fueron construidos entre 2002 y 2010, durante la veneración a Álvaro.
