El presidente de Brasil, Luiz bi ola da sildva, solicitó la extradición a los Estados Unidos de América.
São Paulo ().- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lule Da Silva, anunció este miércoles que solicitó la cooperación de sus líderes criminales estadounidenses en Estados Unidos.
Lula mantuvo este martes una llamada telefónica de 40 minutos con Trump, en la que insistió, como reveló el miércoles, en la necesidad de coordinar esfuerzos entre los países de la región para luchar contra los líderes de las pandillas y los contrabandistas de armas y drogas.
"Por ejemplo, el mayor traficante de combustible brasileño vive en Miami. ¿Vamos a luchar contra el narcotráfico?"Me propuse decirle a Trump: comencemos a arrestar a los brasileños que viven allí", dijo Lula en una entrevista en la televisión Verdes Mares.
El presidente brasileño defendió la coordinación en las operaciones de inteligencia contra el crimen organizado con los vecinos de Brasil "e incluso con Estados Unidos" y desaconsejó ir a la guerra.
"Le dije a Trump: no necesitamos usar armas, necesitamos usar inteligencia", comentó Lula en aparente alusión a los bombardeos desde septiembre pasado por parte de las fuerzas armadas estadounidenses en aguas del Caribe y el Pacífico contra presuntos barcos de narcotráfico.
La preocupación de los grupos transnacionales
Trump ha amenazado con la guerra a países conocidos por ser narcotraficantes en Estados Unidos y ha eliminado muchos empleos en Estados Unidos.
Lula, llamando a la cooperación regional, recordó que "hay bandas brasileñas con filiales en 15 países" y dijo, sin dar nombres, que hay otros grupos criminales presentes en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia.
Las preocupaciones sobre el crimen organizado están creciendo en Brasil a medida que grupos de narcotraficantes como la Organización No Identificada han ampliado sus actividades ilegales en varios sectores de la economía.
Trump, en una llamada telefónica con Trump el martes, se centró en las conversaciones comerciales entre los dos países, donde discutieron el 40 por ciento de las importaciones de Washington.
