Un OVNI, ‘Oumuamua? Ejecutivo del Pentágono sugiere nave nodriza alienígena, nuevos temperamentos de estudio
He aquí un visitante que no deja indiferente a nadie. Hace seis años, un telescopio hawaiano detectó un curioso objeto de al menos 100 m en nuestras inmediaciones, que desde entonces ha pasado a la posteridad. Su nombre: ‘Oumuamua, “explorador” en el idioma local. Si intriga, entonces, no es tanto por la forma del cigarro que pronto será, sino por su inusual trayectoria, que refleja un origen lejano. Por primera vez se ha detectado en el sistema solar un guijarro que viene del más allá, del espacio interestelar.
Surgen varias hipótesis: ¿será un asteroide? ¿Un cometa? En 2018, a Avi Loeb y Shmuel Bialy se les ocurrió otra opción. Dada su extraordinaria velocidad, ‘Oumuamua “podría ser una sonda completamente operativa enviada voluntariamente cerca de la Tierra por una civilización extraterrestre”. Sin embargo, lo que llevaría a uno a creer en un rave de dulces locos es el trabajo del jefe del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard y uno de sus estudiantes, respectivamente.
Avi Loeb, quien cree firmemente en su explicación, le dedica un libro en 2021, “Extraterrestre”. La comunidad científica sigue escéptica: de nuevo este miércoles, en la revista Naturalezados científicos oponen a la teoría alienígena un fenómeno físico tangible encontrado por una piedra helada.
¡Un lanzamiento de pequeñas sondas!
Sin embargo, a principios de este mes, Avi Loeb dio un golpe al defender su tesis… un ejecutivo del Pentágono, el Departamento de Defensa de EE. UU. Precisamente, el director de la oficina encargada del estudio de los ovnis, Sean Kirkpatrick. En un borrador de artículo científico de rápida circulación, la pareja sugiere que ‘Oumuamua puede ser una nave nodriza extraterrestre.
Para respaldar su argumento, los dos científicos señalan que entre los pocos otros supuestos objetos interestelares se encuentra IM2, un meteorito que cayó a la Tierra seis meses antes del paso de ‘Oumuamua, pero que se detectó recién el año pasado. “Las coincidencias entre ciertos parámetros orbitales de ‘Oumuamua e IM2 nos llevan a considerar la posibilidad de que un objeto interestelar artificial pueda ser una nave nodriza que libera muchas sondas pequeñas durante su paso cercano a la Tierra, una construcción operativa no muy diferente de las misiones de la NASA, ” escriben.
“Con el diseño adecuado, estas diminutas sondas llegarían a la Tierra u otros planetas del sistema solar para su exploración, ya que la nave nodriza pasa a menos de una fracción de la distancia entre la Tierra y el Sol, tal como lo hizo ‘Oumuamua”, insisten Loeb y Kirkpatrick. XS, las sondas reflejarían poca luz y serían invisibles para nuestros telescopios…
¿Un planeta embrionario impulsado por hidrógeno?
Contactado por Le Parisien, Avi Loeb relata las circunstancias de la sorprendente colaboración: “Sean vino a mi casa y tuvimos una conversación durante la cual me sugirió que escribiera un artículo científico sobre fenómenos aéreos no identificados forzados por la física conocida. El astrofísico especifica que el estudio “todavía no ha sido enviado para su publicación”: “Estamos esperando la autorización del Pentágono. Ni siquiera estaba seguro de si valía la pena publicar este artículo porque no contiene nuevos datos o pruebas”, admite.
En su artículo publicado el miércoles en Nature, Jennifer B. Bergner y Darryl Z. Seligman, de las universidades de Berkeley y Cornell en Ithaca, argumentan que otro escenario podría explicar la formidable aceleración encontrada por ‘Oumuamua y que no podemos atribuir a la gravedad: ” ‘Oumuamua comenzó como un planetesimal (planeta embrión) hielo que fue irradiado a baja temperatura por los rayos cósmicos durante su viaje interestelar. A medida que se acercaba al Sol, el cuerpo helado se habría calentado y liberado las moléculas de dihidrógeno atrapadas en su interior, que lo habrían impulsado hacia adelante.
No convencido y menos derrotado aún, Avi Loeb, en una entrada de blog publicado el miércoles, sin embargo, considera “fantástico ver el interés continuo dentro de la corriente principal de la astronomía en explicar la aceleración anómala de ‘Oumuamua, más de cinco años después de su descubrimiento”. Sobre su objetivo, el tan esperado descubrimiento de objetos interestelares por parte del observatorio Vera-Rubin, actualmente en construcción en Chile: “Es bueno tener modelos alternativos a mano mientras buscamos el próximo ‘Oumuamua. »
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