Los bomberos combatieron incendios forestales en el sur de Turquía por cuarto día consecutivo el sábado, ya que el número de muertos aumentó a seis personas, informó la agencia de noticias oficial turca Anadolu.
El número de muertos por los incendios, que también dejó más de 300 heridos, aumentó de cuatro a seis después de que se encontraron los cuerpos de dos trabajadores tratando de combatir las llamas, dijo la agencia.
Un nuevo incendio estalló en la ciudad turística de Bodrum el sábado, y los residentes y viajeros tuvieron que ser evacuados de sus hogares y hoteles.
Diez incendios siguen ardiendo en la región, mientras que otros 88 han sido controlados desde el miércoles, dijo el ministro de Agricultura y Silvicultura, Bekir Pakdemirli, en un tuit.
Los investigadores estaban tratando de establecer si se había iniciado deliberadamente algún incendio.
El presidente Recep Tayyip Erdogan agradeció a su homólogo ruso Vladimir Putin por enviar aviones y helicópteros.
El presidente Erdogan fue objeto de críticas cuando se descubrió que Turquía no tenía bombarderos de agua, ya que el problema de los incendios empeoró en el país, con un tercio del territorio boscoso.
El principal partido de oposición, el CHP (Partido Republicano del Pueblo, Socialdemócrata), acusó al presidente turco de haber desmantelado la infraestructura de una organización semipública que mantenía bombas de agua.
“La principal razón de estos problemas con los aviones es que la Asociación Aeronáutica Turca no ha podido modernizar su flota y su tecnología”, respondió Erdogan durante una visita a Manavgat, una ciudad afectada por los incendios.
Más de 2.600 incendios han ocurrido en promedio cada año durante la última década en Turquía, pero ese número aumentó a casi 3.400 incendios en 2020, según Husrev Ozkara, vicepresidente de la Asociación Turca de Silvicultores.
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