Resonancia magnética cuantitativa para mirar el tálamo
Una pequeña estructura cerebral enterrada profundamente en el medio del cerebro, el tálamo juega un papel clave en la integración de la información sensorial, en particular una de sus partes llamada cuerpo geniculado lateral (CGL), esencial para el tratamiento de la información visual del cerebro. retina. En pocas palabras, sirve como un puente entre los ojos y la corteza cerebral.
Una estructura cerebral difícil de estudiar
Debido a su pequeño tamaño y ubicación en el cerebro, CGL no es fácil de estudiar. Hasta ahora, la mayor parte de lo que se sabe sobre esta estructura cerebral proviene de estudios invasivos en primates (no humanos). Las resonancias magnéticas convencionales no tienen una calidad lo suficientemente precisa como para capturar completamente las sutilezas entre los tejidos cerebrales de las diversas subcapas que componen el CGL, y su estudio sin recurrir a métodos invasivos es prácticamente imposible ya que está enterrado profundamente en el cerebro.
Resonancia magnética cuantitativa para observación no invasiva
Un equipo de la Universidad Técnica de Dresde, Alemania (en lo sucesivo abreviado como TU Dresden), tuvo la idea de intentar observar CGL no con técnicas de imagen convencionales, sino utilizando otro método bastante reciente: la resonancia magnética cuantitativa. Christa Müller-Axt, estudiante de doctorado en TU Dresden y una de las autoras del estudio, explica que “A diferencia de la resonancia magnética tradicional, la resonancia magnética cuantitativa tiene como objetivo medir las propiedades físicas del tejido, en lugar de solo la intensidad de la imagen.“Especifica que”estas propiedades físicas magnéticas dependen del tipo y composición del tejido cerebral, es decir, son diferentes para la materia blanca, la materia gris y el líquido cefalorraquídeo, por ejemplo.“La resonancia magnética cuantitativa, por lo tanto, permite a los investigadores observar estructuras cerebrales que de otro modo permanecerían invisibles en la resonancia magnética tradicional … ¡Exactamente el caso del tálamo!
Christa Müller-Axt y el resto del equipo decidieron medir un parámetro llamado “T1 cuantitativo”, que el investigador describe como “particularmente sensible a la cantidad de materia blanca en el tejido cerebral, específicamente mielina.“Su objetivo no era solo mirar el CGL, sino más precisamente sus dos subregiones principales”:aunque ambos están hechos del mismo tipo de tejido (es decir, materia gris subcortical), los estudios en animales invasores nos han dicho que las células en estas dos subregiones difieren en la cantidad de material blanco que contienen.”
Dos subregiones observables distintas
¡Y funcionó! “Nos fascinó descubrir que las dos subregiones del CGL en realidad se pueden distinguir sobre la base de su cantidad de mielina a través de mediciones cuantitativas en seres humanos vivos.”Indica el investigador. De hecho, como lo indican sus resultados publicados en la revista Neuroimagen, este nuevo método permitió identificar dos componentes distintos en las mediciones cuantitativas, correspondientes respectivamente a las dos subregiones del CGL: una subdivisión dorsal con alta densidad de mielina y una subdivisión ventral que contiene menos sustancia blanca.
Abriendo el camino a una mejor comprensión de la dislexia
Estos resultados allanan el camino para una mejor comprensión de la estructura esencial que es el tálamo. Los cambios en ciertas subregiones del CGL están relacionados con diversos trastornos en los seres humanos, por ejemplo, dislexia, un trastorno específico del aprendizaje con déficit de lectura. Sin embargo, el papel de estas subregiones en la dislexia hasta ahora solo se ha estudiado en muestras humanas post-mortem, debido a su difícil acceso: este método de observación no nos permite estudiar el funcionamiento de la estructura en cuestión, y su actividad en tiempo real. El equipo alemán espera que la resonancia magnética cuantitativa nos permita estudiar en profundidad esta estructura, tanto en personas sanas como en personas con, por ejemplo, dislexia, para comprender mejor este trastorno.
En términos más generales, según Christa Müller-Axt, “La resonancia magnética cuantitativa parece muy prometedora para la observación de estructuras (y subestructuras) cerebrales compuestas por tejidos del mismo tipo, pero con diferentes composiciones, como CGL y sus subcapas.“Ella cita en particular el cuerpo geniculado medial (CGM), que es el equivalente de CGL, pero para las vías auditivas:”Sería muy interesante ver si las subregiones CGM también se pueden ver en la resonancia magnética cuantitativa.”
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