“¿Quién mató a Sara?», Temporada 2: giros y algunas decepciones
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13/09/2021
Evaluación de la serie “ Lanzado en Netflix apenas dos meses después de la primera parte, la secuela del thriller mexicano “¿Quién mató a Sara?” Era esperado. Sin embargo, esto deja algunos arrepentimientos.
Elea Jacquot
Llegada el 24 de marzo de 2021 a la plataforma de transmisión, temporada 1 de “¿Quién mató a Sara?” Lo tiene todo, comenzando con una trama interesante. La joven Sara es asesinada durante una caída en parapente. El primer personaje sospechoso es Rodolfo Lazcano, el novio de Sara. Luego evita la prisión gracias a su padre, quien convence a Alex, el hermano de Sara, de que se ponga el sombrero en su lugar. Cuando salió de la cárcel dieciocho años después, Alex solo tenía una idea en mente: vengarse del verdadero asesino de su hermana. A su vez, la sospecha pesará sobre cada protagonista de la historia, ofreciendo muchos giros. El final de temporada todavía deja al espectador insatisfecho. Varias preguntas permanecen abiertas, comenzando por la principal, ¿quién mató a Sara?
Es, por tanto, con cierta curiosidad y mucha impaciencia que nos sumergimos en la 2ª temporada, emitida a partir del 19 de mayo. Esto comienza destacando el lado oscuro de la personalidad de Sara. Alex descubre entonces, al entrevistar a su ex psicólogo, que su hermana era esquizofrénica. Una cosa lleva a la otra, la meta del joven evolucionará. Más que vengarse del asesino de Sara, ahora busca entender quién era realmente su hermana. Este aspecto más complejo del personaje de Alex es un desarrollo interesante de la serie. Revela sus dudas, pero también una determinación inquebrantable por conocer la verdad. A su vez, el suspenso, nuevamente en el encuentro, mantiene al espectador en suspenso mientras se enlazan los episodios.
Caso a seguir
Por otro lado, algunos elementos son más decepcionantes. Por un lado, algunas inconsistencias salpican el escenario. Varios giros increíbles hacen que la historia pierda credibilidad, especialmente cuando el padre Lazcano finge su propia muerte. Asimismo, la masa de información que se brinda al espectador en cada episodio es tal que le resulta difícil seguir correctamente la historia, cuyo hilo conductor se vuelve cada vez más opaco.
Por último, pero no menos importante, debo mencionar aquí un punto que me decepciona particularmente, aunque era muy predecible. Esta manía de querer a toda costa crear una secuela en torno a la misma trama (la tercera temporada de “¿Quién mató a Sara?” Está en producción), en mi opinión, prolonga innecesaria y artificialmente una historia que podría haber durado alrededor de quince días. Episodios. Entonces habría ganado realismo e interés, ya que aunque cada personaje es sospechoso del asesinato inicial en al menos una ocasión, el verdadero culpable aún no se conoce. A riesgo de volverse aburrido y estropear la trama inicial.
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