El anuncio del miércoles del fin de la carrera del actor Bruce Willis, que padece afasia, puso de manifiesto este trastorno del lenguaje poco conocido por el gran público, aunque afecta a muchas personas.
– ¿Qué es la afasia? –
La afasia es un trastorno del lenguaje causado por daño cerebral. En la mayoría de los casos, son el resultado de un evento repentino, como un derrame cerebral o un traumatismo craneal.
Pero “hay otras posibilidades, como una enfermedad degenerativa” como el Alzheimer, que provoca un daño progresivo, dijo a la AFP Brenda Rapp, de la Universidad Johns Hopkins.
La familia de Bruce Willis no detalló la causa de su afasia.
“La afasia simplemente significa que alguien tiene un problema de lenguaje con el que no nació”, dijo Hugo Botha, neurólogo de la Clínica Mayo en Minnesota.
Entonces se ve afectada la capacidad de hablar, comprender a los demás, leer y escribir.
Alrededor de dos millones de estadounidenses tienen afasia, según la Asociación Nacional de Afasia, más que la enfermedad de Parkinson.
– ¿Cuáles son las diferentes formas? –
Los científicos distinguen varias formas de afasia, según la parte del cerebro afectada.
En la afasia expresiva, “las personas generalmente entienden muy bien pero tienen problemas para encontrar las palabras”, dice Brooke Hatfield, de la Asociación Estadounidense de Habla, Lenguaje y Audición (ASHA). Una persona usará oraciones muy cortas, como “quiero comida”, para hacerse entender.
En la afasia receptiva, “las palabras salen con facilidad, pero no necesariamente son las correctas. Y es difícil para estas personas escuchar lo que dicen” y, por lo tanto, ser conscientes de sus errores, explica Hatfield.
Finalmente, la afasia global provoca grandes dificultades tanto en el habla como en la comprensión.
– ¿Cómo tratar? –
Después de un accidente cerebrovascular, algunas habilidades de comunicación pueden recuperarse rápidamente durante los primeros meses. Pero a menudo, las dificultades quedan más allá de eso.
Las terapias de reeducación del lenguaje pueden permitir una recuperación posterior. Algunos aprenden a sortear una palabra que falta, por ejemplo.
También se anima a la comitiva a tener paciencia, utilizar frases sencillas, minimizar el ruido ambiental, animar a la persona a incluirla en las conversaciones y, sobre todo, a no estigmatizarla.
La afasia no es un problema de inteligencia o retraso mental, señalan los expertos. Las personas con afasia siempre están en posesión de sus conocimientos e ideas. Por lo tanto, es contraproducente tratarlos como niños.
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