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El grupo paramilitar, que recluta a más del 80% de sus miembros en las cárceles, tiene como objetivo establecer zonas pro-Kremlin en todo el mundo.
Hay unos cuantos miles de hombres capaces de cambiar el curso de un conflicto. Fundado el 1 de mayo de 2014, el grupo paramilitar Wagner está integrado por mercenarios violentos. Más del 80% de sus miembros son reclusos, reclutados directamente de las prisiones. Al frente de la milicia, Evguéni Prigojine es un oligarca ruso cercano a Vladimir Putin. Pero durante meses, el jefe del Kremlin negó estar detrás de estos mercenarios.
Un papel decisivo en África
La misión oficial de Wagner es asegurar la defensa de los intereses externos de Rusia. Pero la realidad es muy diferente. Su objetivo real es instalar zonas pro-Kremlin en todo el mundo. Los mercenarios jugaron un papel decisivo en varios países en guerra, como Siria o Libia. Desde 2018, también entrenan y reclutan soldados centroafricanos, una forma de que Rusia extienda su influencia en África. Wagner también participó en la conquista de ciudades estratégicas en Ucrania, en particular en Bakhmout.
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