¿Puede el conflicto en Ucrania remodelar las relaciones entre Occidente y el resto del mundo?

Publicado en : 13/05/2022 – 20:51

La respuesta es sí. Esta guerra ya ha pasado factura entre Moscú y Occidente, definido aquí como Estados Unidos y sus aliados europeos y asiáticos, Japón y Corea del Sur. En primer lugar, trazando, quizás temporalmente, un nuevo telón de acero entre los Estados miembros de la UE o de la OTAN y Rusia y Bielorrusia. Luego, al permitir que la Unión Europea y la OTAN se fortalecieran considerablemente durante esta crisis, al contrario de lo que esperaba el amo del Kremlin.

Pero a pesar de todo esto, ¿es Rusia hoy un estado “paria” en el escenario internacional, como afirma el presidente Biden? A esta pregunta, la respuesta debe ser no. Por el contrario, el conflicto trajo nuevas líneas de posicionamiento, no todas muy claras.

Bloque democrático versus bloque autoritario

Para Joe Biden, que quiere utilizar esta guerra para defender su visión de un bloque democrático frente a uno autoritario, la decepción es evidente. Las únicas democracias que están de acuerdo con la posición de Washington son, de hecho, aquellas que tienen el mismo modelo político, social y económico, a saber, los Estados europeos y aún, habría que detallar, Canadá, Japón y Corea del Sur. Y con una notable excepción llamada Israel que, por razones regionales y estratégicas, no quiere ofender a Moscú.

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El presidente de los Estados Unidos también ve grandes democracias emergentes, ciertamente imperfectas, negándose a condenar la invasión rusa, cuando no colocan al agresor y al agredido en un pie de igualdad en términos de responsabilidad. Este es, por supuesto, el caso de la India de Narendra Modi, que depende en gran medida de Moscú para su armamento, y no puede pelear con Rusia, que juega el papel de contrapeso o mediador en las complejas relaciones que Nueva Delhi tiene con Pekín. También podemos mencionar al México de Luis Manuel Obrador –una decepción para Biden–, Brasil, Indonesia y Sudáfrica, que se contentan con una cautelosa neutralidad.

Comentario amargo a Occidente

Todas estas grandes democracias emergentes se suman, por tanto, al campo de los países clasificados en el bloque autoritario, en cuya vanguardia está China, junto a Moscú en esta crisis, al tiempo que piden respeto a la integridad territorial de los Estados, pero también a Cuba, Venezuela, Siria o Irán, no en vano.

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Muchos países africanos, por desconfianza hacia Washington, por lealtad a la época en que la Rusia soviética los apoyó en su lucha anticolonial, están en una línea cercana a Moscú. Y finalmente, lo más sorprendente, ciertos países de Medio Oriente como los Emiratos Árabes Unidos o incluso Arabia Saudita, esencialmente por razones económicas.

Y de repente, Rusia en guerra cuenta con el apoyo o la falta de condena de más de la mitad de la población mundial. Amargo descubrimiento para Occidente.