Cuando nuestros ojos se adentran en un cielo estrellado, tenemos la impresión de que la mirada se extiende hasta el infinito. Y cuando el ojo descubre en el microscopio la infinidad de detalles de los objetos invisibles a simple vista, nos damos cuenta nuevamente que el mundo que no percibimos es inmenso. Está lo infinitamente grande de un lado, lo infinitamente pequeño del otro.
Gianfranco Bertone, profesor de Física Teórica de Astropartículas en la Universidad de Amsterdam, explora en microciencias los límites y las puertas de estos infinitos.
Para el autor del libro “Entre dos infinitos” (Quanto, 2023), el ser humano se encuentra en medio de lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño, y la vida en la Tierra está suspendida entre estos dos infinitos. Lo que sucede más allá de estas fronteras aún escapa a la comprensión de los científicos que luego buscan reconciliar las leyes que rigen estos dos extremos. Porque el universo, si poco a poco nos revela sus secretos, sigue siendo vago: su pasado y su futuro aún nos intrigan.
En la era de la astronomía multimensajero, los misterios del cosmos -los primeros momentos del Big Bang, la expansión del universo, la materia oscura o incluso la energía oscura- encontrarán sin duda sus respuestas en partículas elementales infinitamente pequeñas. Y cuando lo infinitamente pequeño se une a lo infinitamente grande, un vértigo persigue al otro.
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Texto de la Web: Andreia Glanville
Periodista: Huma Khamis
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