nanar de verano para Ryan Reynolds? nuestra reseña
Nuestra opinion
4
10
si el primero sicario y guardaespaldas no brillaba por su sutileza, pero ofrecía un entretenimiento decente para los espectadores menos exigentes. Tu secuela no juega en la misma categoría. El estado de ánimo no solo es pesado: es paquidérmico. Frumpy, terriblemente predecible y llevado por un montón de estrellas que vinieron a sellar sin esfuerzo ni convicción, Hitman y guardaespaldas 2 recuerda las peores producciones de Besson de la década de 2000. Lástima, esperábamos lo mejor de una película de acción que reúne Samuel L. Jackson, Ryan Reynolds y Salma Hayek.
Rápidamente visto, rápidamente olvidado, el sicario y guardaespaldas 2017 fue de mal gusto, pero no está mal. Su secuela, por otro lado, parece provenir directamente de una época pasada, cuando las películas de acción perezosas y en bancarrota pululaban en los estantes polvorientos de nuestros videos musicales y, a veces, incluso se aventuraban en nuestras habitaciones oscuras.
En concreto, producido por Nu Image, el estudio responsable de una serie de acciones rotas, pero ricas en las explosiones de los 90, Hitman y guardaespaldas 2 elimina la hazaña de ser instantáneamente vulgar y anticuado.
En un escenario aún más perezoso que la primera parte, descubrimos el carácter de Salma Hayek, vislumbrado en la película anterior, y esta vez en el centro de atención.
A primera vista, agregar un personaje femenino musculoso a la ecuación del primer episodio podría haber sido una buena idea. Pero eso sin contar la torpe escritura y Salma Hayek en modo balek completo. La esposa del asesino interpretada por Samuel L. Jackson es un cliché viajero de un mexicano nervioso. Vulgar, cliché y obsesionada con la idea de dar a luz, la mujer representada por la estrella de Desesperado hubiera merecido un tratamiento más elaborado
A su lado, Samuel L. Jackson hace la coincidencia mínima, reparte el “hijo de puta” como si obtuviera una bonificación cada vez que maldice, y lentamente de una racha a la siguiente, exhibiendo una falta de convicción casi insolente.
Ryan Reynolds no hace mucho más, a menudo simplemente pone los ojos en blanco, sonríe y habla consigo mismo, como si estuviera interpretando una especie de versión costera, desenmascarada y diluida de un Deadpool asustado.
Espátula montada, rellena con efectos especiales de baja calidad e incrustaciones sobre fondos verdes con una representación aproximada, por decir lo menos Hitman y guardaespaldas 2 tampoco es guardado por sus prestigiosos invitados (Antonio Banderas y Morgan Freeman), que llegó a guardar un cheque en el bolsillo a cambio de algunas frases esperadas.
Con un guión cuidadosamente seleccionado que parece importarle un comino su trama y combina chistes de la escuela secundaria, Hitman & Bodyguard 2 seguramente deleitará a los insomnes del futuro que buscan regularmente entretenimiento higiénico para vegetar en los canales de TNT.
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