Moldavia contiene la respiración
InformeEl pequeño país vecino de Ucrania también teme la intervención rusa, mientras que parte de su territorio ya está controlado por separatistas prorrusos.
Desde hace semanas, los moldavos se preparan para celebrar la Fiesta de la Primavera, confiscada desde hace dos años por la pandemia. Normalmente, como manda la tradición, el 1ºejem marzo, cada uno ofrece a cada uno un “martisor”. El amuleto de la suerte rojo y blanco, colores de la pasión y la pureza, se puede guardar durante treinta días, luego se debe colgar en la rama de un árbol listo para florecer. A lo largo del mes, el país multiplica las festividades. La guerra de Ucrania vino a romper este ansiado momento de alegría.
A principios de marzo llueve en Chisinau, la capital de Moldavia, un pequeño territorio del tamaño de Bélgica situado entre Rumanía y Ucrania. André Nicolaï intenta refugiarse bajo el toldo de su tienda en el boulevard Stefan cel Mare, cerca del palacio presidencial. El hombre envuelto en una gran chaqueta beige es un pastor. Para ganarse la vida un poco mejor, el monje vende “martidores” hechos en la familia. “El corazón no está ahí. La gente está preocupada, compra menos. Mira lo tristes que están las caras. »
El jueves 24 de febrero, los residentes de Chisinau se despertaron con el sonido de los bombardeos rusos que golpeaban Odessa, el puerto ucraniano en el Mar Negro, ubicado a 180 kilómetros de distancia.
Con el apoyo del Parlamento, Maia Sandu, la presidenta proeuropea de Moldavia, declaró inmediatamente el estado de emergencia durante los próximos sesenta días. El aeropuerto está cerrado y la actividad de los juzgados suspendida. Las embajadas extranjeras están operando en modo de crisis. Más de 160.000 refugiados ucranianos ya cruzaron la frontera en tren o automóvil. Enorme presión para un país de los más pobres de Europa y cuya población sigue cayendo. Moldavia ahora tiene solo 2,6 millones de habitantes. Los jóvenes adultos prefieren emigrar porque su estado parece frágil y azotado por la corrupción que Maia Sandu ha jurado combatir.
Transnistria, un caballo de Troya ruso
Antigua república de la Unión Soviética, Moldavia obtuvo su independencia en 1991 cuando colapsó la URSS. Pero en marzo de 1992 estalló una guerra civil. La adopción del rumano como idioma oficial y la pérdida de influencia de los rusohablantes en las instituciones gubernamentales están alimentando la ira de la región más oriental del territorio, Transnistria, bajo la influencia del Kremlin.
Durante cuatro meses, el conflicto armado opondrá, a orillas del Dniéster, al ejército moldavo a las fuerzas separatistas apoyadas por los soldados rusos del 14.y Ejército. El enfrentamiento provocará miles de muertos. El alto el fuego firmado en julio de 1992 aisló parte del territorio de Moldavia. Transnistria se autoproclamó entonces la “República de Moldavia en el Dniéster” y la ciudad de Tiraspol se convirtió en su capital.
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