“El patrimonio no se vende”. La ministra de Cultura, Alejandra Frausto, defiende la lucha de México por el regreso de las obras prehispánicas a los museos del país, en una entrevista con AFP entre dos subastas en París que despiertan la ira de la Ciudad de México.
“El patrimonio cultural se ha convertido en objeto de comercio” al tiempo que representa “la identidad de los pueblos”, lamenta la ministra al día siguiente de la venta de la casa Artcurial y pocos días antes de la de Christies prevista para el 10 de noviembre.
Estas dos ventas incluyen objetos “precolombinos”, designación general de las civilizaciones que florecieron en el territorio del actual México antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI (olmecas desde -1200 a.C., mayas en Yucatán, Tehotihucan, toltecas, mixtecas…).
La embajada de México en Francia había pedido el jueves pasado cancelar las dos subastas.
Estas piezas históricas “no son artículos de lujo, objetos para decorar una casa, para un coleccionista. El patrimonio no se puede vender”, dice la ministra.
“Apelamos a las casas de subastas. Nos dicen que tienen la certeza de que su propiedad sobre los objetos es legítima”, continuó el “secretario” (ministro) del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asegura romper con el “neoliberalismo” .
“Según la legislación mexicana, todo patrimonio nacional que esté lejos del país (…) proviene del tráfico ilícito”, considera la Sra. Frausto, electo de Guerrero (oeste), estado de la costa del Pacífico.
En vigencia desde finales de 2018, el actual gobierno se complace en haber repatriado “5.800” obras de arte prehispánicas, una cifra “histórica”.
Estos objetos se exhiben en numerosos espacios culturales del país, comenzando por el Museo de Antropología de la Ciudad de México, que hasta febrero alberga una exposición titulada “La grandeza de México”.
En julio, México y Francia firmaron una declaración de intenciones para fortalecer su cooperación en la lucha contra el tráfico de bienes culturales.
A finales de septiembre, México premió a un funcionario de los “carabinieri” italianos encargados de una unidad de “protección del patrimonio” y contra el saqueo cultural.
México pretende dotarse del mismo organismo para evitar la salida fraudulenta de obras de arte de su patrimonio cultural.
“El trabajo diplomático continúa. Terminamos con la inercia”, dice el ministro, quien también pide apoyo a la UNESCO.
“Apelamos a la ética de los coleccionistas”, añade.
“El hecho de recuperar estos fragmentos de la historia y las culturas de México nos ayuda a encontrar una identidad de la que queríamos despojarnos”, evalúa la ministra que se prepara para defender los textiles artesanales de las comunidades indígenas contra el plagio de las grandes casas de moda durante una reunión a mediados de noviembre.
A pesar de las solicitudes de México, Christie’s subastó 40 objetos prehispánicos en febrero pasado por un total de $3 millones.
El comercio ilícito de bienes culturales genera alrededor de 10 mil millones de dólares al año, según la UNESCO.
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