Mediterráneo: lo mejor para las tortugas
Investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), la Sociedad para la Protección de las Tortugas y la Universidad del Mediterráneo Oriental compartieron excelentes noticias en el periódico comercial Conservación de animales : Las tortugas bobas y las tortugas verdes son mucho mejores que antes en el norte de la isla de Chipre.
Un aumento de más del 40%
“En el Mediterráneo, las poblaciones de tortugas bobas (Caretta caretta) y tortugas verdes (Chelonia mydas) históricamente han disminuido debido a la explotación comercial, las interacciones de pesca incidentales, el desarrollo costero y la alta depredación de huevos y crías“, recuerda el nuevo estudio. Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las tortugas bobas permanecen en el mundo vulnerable y las tortugas verdes están en en peligro de extinción. Pero el nuevo estudio publicado el 10 de mayo de 2021 destaca un aumento en el número de nidos del 162% entre 1993 y 2019 para el segundo y del 46% para el primero. El recuento se llevó a cabo en 28 playas del norte de Chipre. Si estas cifras pueden parecer satisfactorias, los investigadores siguen preocupados por las divergencias.
Las tortugas bobas siguen amenazadas por captura accidental
Las tortugas bobas, cuyas tasas de reproducción son estables, sin duda enfrentan una mayor mortalidad después. “La recuperación de estas poblaciones es muy alentadoraBienvenido a una declaración Dra. Lucy Omeyer, autora principal de este estudio. Sin embargo, las diferentes tasas de recuperación sugieren que las tortugas bobas enfrentan amenazas adicionales a las que enfrentan las tortugas verdes.“Estos últimos se alimentan de pastos marinos, mientras que las tortugas bobas son omnívoras y, a veces, nadan en áreas donde se encuentran los barcos pesqueros. Por lo tanto, sufren más que otras por ser atrapadas por accidente”.Se cree que la recuperación exitosa de las poblaciones de tortugas verdes se ve facilitada por sus áreas de anidación y alimentación costeras altamente localizadas, que están protegidas de manera más fácil y efectiva que las especies con un uso de hábitat menos predecible.“, destaca el estudio”.Las tortugas bobas, por otro lado, tienden a tener un patrón de movimiento complejo durante y fuera de la temporada de reproducción, lo que puede hacerlas particularmente vulnerables a las actividades humanas.”
Una tortuga boba atrapada en una red de pesca. Crédito: Olkan Erguler
Una mejor comprensión de las rutas de las tortugas marinas puede ayudar a mejorar las medidas de conservación, especialmente en el Mediterráneo, donde la tasa de mortalidad de las tortugas marinas se encuentra entre las más altas del mundo. Además, las tortugas verdes de la región también siguen siendo frágiles: su población es de solo 3.400 adultos con áreas de alimentación y reproducción muy limitadas. Por lo tanto, aún se necesitan esfuerzos para conservar estas especies.
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