Los científicos descubren accidentalmente extrañas criaturas bajo 900 metros de hielo en la Antártida
Un descubrimiento extraordinario. Los científicos observaron por primera vez criaturas que vivían en las profundidades de la Antártida mientras dirigían una expedición al British Antarctic Survey.
El objetivo era recolectar sedimentos del fondo marino para estudiar la historia del glaciar. Es mediante la perforación de hielo hasta 900 metros de profundidad en la barrera de hielo Filcher-Ronne en el Océano Austral, que pudieron observar seres vivos desconocidos, que habitaban un entorno particularmente hostil. Además de las temperaturas extremadamente bajas, la ausencia total de luz hace que la fotosíntesis sea imposible.
“Este descubrimiento es uno de esos felices accidentes que empujan las ideas en otra dirección y nos muestran que la vida marina antártica es increíblemente especial e increíblemente adecuada para un mundo helado”, comentó el oceanógrafo Huw Griffiths, autor principal del estudio que informa sobre este descubrimiento, publicado en lunes en Fronteras de las Ciencias Marinas.
Un descubrimiento importante
Un descubrimiento particularmente importante, ya que es la primera vez que podemos observar formas de vida estacionarias y sésiles (fijadas en un soporte, nota) como las esponjas que habitan en estos lugares. Así, los científicos pudieron observar 15 esponjas adheridas a una varilla, una esponja adherida directamente a una roca y 22 organismos no identificados.
Este descubrimiento, por tanto, cuestiona las teorías actuales sobre la supervivencia en condiciones tan extremas, como explican los investigadores. “Nuestro descubrimiento plantea muchas más preguntas que respuestas, por ejemplo, ¿cómo llegaron allí? ¿Que estan comiendo? ¿Cuánto tiempo han estado ellos allí? ¿Qué tan comunes son estas piedras cubiertas de vida? ¿Son estas las mismas especies que vemos fuera de la plataforma de hielo o son especies nuevas? ¿Y qué pasaría con estas comunidades si la plataforma de hielo colapsara? “
En los próximos meses se realizarán nuevas expediciones para comprender mejor cómo estos seres vivos logran sobrevivir. “Para responder a nuestras preguntas, tendremos que encontrar la manera de acercarnos a estos animales y su entorno, a menos de 900 metros del hielo, a 260 km de los barcos donde se encuentran nuestros laboratorios”, explican los científicos en el artículo Descubrimientos. Esto significa que, como científicos polares, tendremos que encontrar formas nuevas e innovadoras de estudiarlos y responder a cualquier pregunta nueva que nos hagamos. “
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