Los canguros se comunican con nosotros a través de su apariencia.
Al igual que los perros, los canguros también pueden comunicarse con nosotros usando sus ojos. Ésta es la conclusión que sacaron investigadores de la Universidad de Roehampton (Reino Unido) y Sydney (Australia) en un estudio publicado en la revista. Letras de biología. Hasta ahora, se pensaba que esta habilidad estaba reservada para animales domésticos como perros, gatos o caballos o animales más cercanos a los humanos como los chimpancés. Sin embargo, los canguros no domesticados han pasado la prueba propuesta por los biólogos.
16 canguros participaron en el experimento
En el experimento participaron 16 canguros de tres lugares diferentes de Australia. En él, la comida se colocó en una caja transparente que estaba cerrada, haciendo inaccesible su contenido al animal. Un humano se colocó frente a ellos a un metro de distancia sin ninguna reacción. Resultado: en diez de los once casos, los canguros miraron al humano a los ojos cuando descubrieron que no podían abrir la caja. Nueve de once alternaban su mirada entre la caja y la humana.
Una habilidad cognitiva compleja
Si estos resultados pueden parecer triviales, representan una cierta complejidad cognitiva. En efecto, la mirada es una forma de “comunicación referencial intencional”, es decir, un medio de dirigir la atención del interlocutor hacia el fin pretendido. Los bebés humanos también hacen esto mirando o señalando con el dedo meñique el objeto deseado. Tener este comportamiento requiere una habilidad de planificación mental: la capacidad de crear estrategias basadas en predecir el comportamiento de otra persona. Es un requisito previo para poder atribuir estados mentales a otras personas, o la famosa “teoría de la mente”.
Este estudio se hace eco de uno anterior, publicado en Biología actual en 2003, cuando se realizó este mismo experimento, pero esta vez en perros y lobos. Y solo los perros usaban sus ojos para conseguir comida. Los investigadores de la Universidad de Eötvös (Hungría) concluyeron que la domesticación era la causa de esta diferencia. Aún así, los canguros en este estudio no fueron domesticados (pero estaban acostumbrados a los humanos) y pasaron la prueba.
“La domesticación probablemente aumenta la capacidad de comunicación referencial, pero esta no es la única razón de su existencia, pensamiento Alan McElligott, coautor del estudio. Esperamos que otros investigadores lleven a cabo el mismo experimento en especies distintas de los animales domésticos, ayudándonos a comprender mejor la evolución de la cognición animal. También esperamos que nuestro estudio resalte suficientemente las habilidades cognitivas de los canguros (y marsupiales en general) y ayude a obtener actitudes más positivas hacia ellos. “
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