lo que revela la lista de participantes
La figura suena como una pequeña revolución. Cincuenta y cuatro mujeres participarán en octubre en la Asamblea del Sínodo de los Obispos en Roma durante cuatro semanas para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia Católica. Y por primera vez en la historia, la lista de integrantes de esta nueva etapa del Sínodo de la Sinodalidad, deseada por el Papa Francisco, dada a conocer el viernes 7 de julio, incluye mujeres con derecho a voto. Serán exactamente el mismo número que los cardenales. Todo un símbolo.
En esta lista de 363 nombres aparecen en primer lugar los obispos elegidos por sus pares, en todos los países del mundo. Hay figuras como el presidente del episcopado alemán, monseñor Georg Bätzing, pero también los cardenales Timothy Dolan (Estados Unidos), Giorgio Marengo (Mongolia) o incluso Cristóbal López Romero (Marruecos).
Personalidades cercanas y lejanas al Papa Francisco
Esta lista de obispos electos, que incluye a los responsables de la Curia romana y representantes de las Asambleas católicas continentales, la completó el Papa, que insistió en nombrar a 50 miembros a título personal. Francisco eligió a personas cercanas a sus opiniones, como los cardenales Hollerich (Luxemburgo), secretario general del Sínodo, o Cupich (Estados Unidos), el padre Antonio Spadaro, director del periódico jesuita La Civiltà Cattolicao el padre James Martin, un jesuita estadounidense cercano a muchas asociaciones de católicos homosexuales cuya presencia ya ha comenzado a suscitar comentarios.
Pero esta personalísima lista también incluye personalidades francamente distantes de Francisco, como los cardenales Gerhard Muller o Luis Ladaria, ambos ex prefectos del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, o el obispo bávaro Dom Stefan Oster, garantes de una estricta ortodoxia doctrinal. Como se anticipó, la Asamblea sinodal estará compuesta por más de una cuarta parte de no obispos: 96 participantes serán laicos, religiosos y religiosas o sacerdotes, pero tendrán derechos de voto equivalentes a los obispos.
Siete franceses podrán ejercer su derecho de voto en el Sínodo: Mons. Alexandre Joly, obispo de Troyes, Mons. Jean-Marc Eychenne (Grenoble), Mons. Matthieu Rougé (Nanterre) y Mons. Benoît Bertrand (Mende), el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella –elegido directamente por el Papa– pero también una laica consagrada, Anne Ferrand, que ya participó en la etapa europea de este proceso, y sor Nathalie Becquart, subsecretaria de el Sínodo.
¿Una muestra de cónclave?
En la sala también habrá lugar para otros, entre los consejeros e invitados especiales, por lo tanto sin derecho a voto: el hermano Aloïs, prior de la comunidad de Taizé, los teólogos dominicos Hervé Legrand y Hyacinthe Destivelle, el jesuita Christoph Theobald, presidente de la Iglesia Juan Pablo II, Monseñor Philippe Bordeyne, y la ex Superiora General de los Salesianos, Sor Yvonne Reungoat.
Esta Asamblea sinodal, presentada constantemente por sus organizadores como un paso espiritual, reunirá también a 54 cardenales, es decir, casi la mitad del Colegio Electoral del futuro Papa. Lo que le da un aire pre-cónclave.
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