La muerte de Alejandro Magno: ¿asesinado o enfermo? – Mr. Código
El rey Filipo II de Macedonia le encomendó a su hijo, Alejandro, la tarea de buscar un reino que estuviera a la altura de su ambición, ya que en Macedonia no había espacio suficiente para él. Alejandro Magno, el monarca que logró derrotar a los persas y expandir su imperio hasta llegar a la India, aceptó el desafío y se convirtió en una figura legendaria de la historia.
Desde muy joven, Alejandro fue seleccionado por su padre como heredero del trono y recibió una educación privilegiada de manos de uno de los grandes filósofos de la antigüedad, Aristóteles. Durante su formación, desarrolló un profundo amor por la cultura griega y se vio cautivado por La Ilíada de Homero.
En términos militares, la formación de Alejandro estuvo a cargo de Clito, quien posteriormente fue asesinado por el propio Alejandro. A pesar de esta tragedia, el joven monarca logró consolidar su poder y conquistó los Estados griegos que estaban sometidos a Macedonia, posteriormente dirigió su ejército contra el poderoso Imperio persa.
A pesar de enfrentarse a adversarios numéricamente superiores, Alejandro logró derrotar a los persas en varias batallas. Uno de los momentos más famosos de su campaña fue cuando desató el nudo del célebre carro real en Gordion, un acto que según el oráculo significaba que él conquistaría Asia.
Después de sus victorias en Persia, Alejandro fue nombrado faraón de Egipto y consultó al oráculo del dios Amón para confirmar su origen divino. En su afán de conquista, el monarca completó la dominación de Persia y se casó con la hija de Darío III.
Sin embargo, su intento de conquistar la India resultó frustrado debido a un amotinamiento de sus tropas, lo que lo obligó a renunciar a sus planes de expansión. Además, la adopción de las costumbres persas por parte de Alejandro desató el descontento entre sus oficiales macedonios.
La muerte de Hefestión, el hombre más cercano a Alejandro, sumió al rey en una profunda locura de dolor. Finalmente, Alejandro falleció a los 33 años en Babilonia, y su imperio se dividió entre sus generales, dando lugar a una etapa de gran inestabilidad política.
El legado de Alejandro Magno sigue fascinando a historiadores y amantes de la historia antigua. Su vida y sus conquistas continúan siendo objeto de estudio y admiración, dejando una huella imborrable en la historia de la humanidad.