Informe internacional – En México aprenden a convivir con el sargazo
Cada mañana, en las costas del Caribe mexicano, decenas de trabajadores federales recolectan sargazo de la arena. En pocos días, solo en la pequeña playa de Puerto Morelos, estas algas pardas llenan hasta dos contenedores. Estos se echan a perder, pero un poco más lejos, Omar Vásquez, jardinero y fundador de Bluegreen, prefiere darles otro uso. Produce ladrillos de sargazo para hacer casas pequeñas.
” Contienen 40% sargazo y 60% de una mezcla orgánica que hacemos aquí, él detalla. Mira, se secan así al sol y en seis horas, está listo. Cumple con todos los criterios y tiene la fuerza necesaria para medianeras, como cualquier bloque. Lo que queremos es distribuirlos en todos los países para ayudar a muchas personas a tener una vivienda digna. »
Un alga que desequilibra el ecosistema costero
El sargazo se alimenta de los nutrientes que encuentra en el océano y puede duplicar su volumen en dos semanas. ” En mar abierto, Sargassum es un ecosistema muy importante. Es el hábitat de cientos, si no miles de especies, tanto especies marinas como aves o tortugas. “, explica la investigadora Rosa Rodríguez, especialista en esta macroalga.
El peligro surge cuando, atrapado por las corrientes, encalla en estas proporciones desmesuradas. ” Los volúmenes que nos llegan son tan grandes que las algas comienzan a descomponerse y a producir líquidos residuales y gases tóxicos, lo que provoca un desequilibrio en todos los ecosistemas costeros, desde la playa, la laguna, los arrecifes, pastos marinos, arrecife coralino y acuífero. “, continúa el investigador.
Las condiciones del océano son cada vez más favorables para el desarrollo del sargazo. Así, la costa mexicana, que depende principalmente del turismo, no tiene más opción que enfrentar el problema. ” Las soluciones serían limitar el cambio climático, limpiar los océanos de toda la contaminación que hemos hecho allí. En cambio, lo que hacemos es mitigar el problema. concluye Rosa Rodrigues.
Posible uso en el sector energético
Raúl Tapia Tussell y su equipo de científicos revelaron la presencia de metales pesados en sargazo lavado. Abogan por su uso en el sector energético y han conseguido producir pequeñas cantidades de biogás. ” Recogemos el sargazo, lo lavamos para quitar la arena de la playa. Posteriormente, le damos un pretratamiento biológico, es decir, utilizamos microorganismos que son capaces de degradar el sargazo. Lo que queda pasa por un digestor con bacterias aeróbicas y genera metano. »
Una vez quemado, este biogás genera electricidad. Es un proceso que le gustaría replicar a gran escala en todo el Caribe.
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