La red de carreteras y el transporte marítimo se vieron interrumpidos este lunes en Grecia como consecuencia de las fuertes nevadas, y Protección Civil advirtió de “fenómenos meteorológicos peligrosos que continuarán”.
La sección griega del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) ha proporcionado en los últimos días “calentadores” para los campamentos de migrantes en todo el país, donde decenas de miles de solicitantes de asilo sufren de frío, granizo y mal tiempo.
Además del norte del país, donde las temperaturas invernales cercanas a cero son comunes, el gran suburbio norte y este de Atenas se cubrió de nieve el lunes y el tráfico en la carretera principal que conecta la capital con Tesalónica, la metrópolis del norte, se interrumpió por unas pocas horas.
Los fuertes vientos obligaron a fondear los barcos que conectaban Atenas con las islas del Egeo. Podrían ocurrir tormentas en los próximos días, advirtió Protección Civil.
Algunas aldeas de la isla de Evia, cerca de Atenas, se han visto temporalmente privadas de electricidad debido a la interrupción de la red de carreteras.
Según los servicios meteorológicos, el martes continuarán “bajas temperaturas, heladas y ventiscas”. Protección Civil recomendó evitar viajar.
“Nadie está en peligro en el campo (de migrantes) de la isla de Lesbos”, el más poblado del país con más de 6.000 solicitantes de asilo, dijo el secretario general de Asilo, Manos Logothetis.
“Trabajamos a diario para mejorar las condiciones de los campos de acogida en las islas”, añadió a la prensa local.
En Lesbos, el sórdido campamento de Moria, devastado por dos incendios consecutivos en septiembre, ha sido reemplazado por un campamento temporal erigido apresuradamente en terrenos inundados y al aire libre, donde las ONG denuncian las malas condiciones y la falta de infraestructura, mientras que los medios de comunicación deploran la prohibición. en el acceso.
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