Este búho de 6 millones de años era diurno
miosurnia diurna Vivió hace 6 millones de años, al final del Mioceno, en China. Su fósil fue descubierto en el Cuenca Linxia, Gansu, a unos 2100 metros sobre el nivel del mar. Está perfectamente conservado y conserva el cráneo, las alas y las patas, así como estructuras mucho más frágiles como la tráquea, los tendones e incluso el contenido del estómago, testimonio de una última comida compuesta por pequeños mamíferos. Examinado por científicos del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados (IVPP) en Beijing, revela muchos otros detalles.
“Rechaza la noche y diviértete bajo el sol”
Mientras que la mayoría de los búhos y otros búhos viven a la luz de la luna, algunas especies prefieren el sol. Este es el caso del búho real, el búho pigmeo o el Búho de Atenea. Pero, ¿cuándo data esta preferencia? Según los hallazgos publicados en el PNAS por el equipo IVPP, esta elección se hizo hace varios millones de años. El buen estado del fósil de miosurnia diurna permitió examinar los detalles de los ojos y reconstruir el anillo escleral, formado por 16 pequeños huesos, que rodea la pupila y el iris de las aves. Así fue posible determinar el diámetro de este anillo y, por tanto, el tamaño del espacio en el medio que permite el paso de la luz.
esqueleto fósil de búho miosurnia diurna descubierto en China con una vista ampliada del cráneo (arriba a la izquierda). Los huesos del ojo o huesecillos esclerales se muestran en azul y se comparan con un anillo intacto de un búho pigmeo (arriba a la derecha). Crédito: IVPP.
Las medidas hechas en los ojos de miosurnia diurna se compararon con los de 55 especies de reptiles y más de 360 especies de aves, incluidos muchos búhos y lechuzas. Resulta que el animal con los parámetros más cercanos es el águila arpía (Surnia ulula). Sin embargo, la mayoría de las especies del género Surnia son diurnas. Para los científicos, este primer elemento sugiere fuertemente que el objeto de su estudio también estaba activo a plena luz del día. Esto la convierte en la primera lechuza fosilizada en la que se ha identificado este comportamiento y tal y como apunta Thomas Stidham, uno de los autores de la publicación, en nota de prensa: “Miosurnia diurnia es el primer registro de un proceso evolutivo que abarca millones de años y en todo el mundo, por el cual los búhos evolucionaron para rechazar la noche y jugar bajo el sol.“.
estado ancestral
Para confirmar su hipótesis, los científicos realizaron un análisis estadístico más amplio, conocido como reconstrucción del estado ancestral, utilizando datos de comportamiento de las 360 especies de aves utilizadas para las comparaciones anatómicas. Utilizaron el árbol genealógico de las aves para reconstruir sus hábitos ancestrales y determinar cuáles eran probablemente nocturnos o diurnos.
Sus resultados muestran que el antepasado de todos los búhos vivos era casi seguro nocturno, pero que el antepasado común de Surnias era principalmente diurno. Al fresar su modelo e incluir miosurnia diurna, obtienen un 100% de probabilidad de que este antepasado estuviera activo a la luz del día, lo que respalda su interpretación del análisis del ojo fósil.
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