Espacio: la “mayor explosión cósmica” jamás registrada intriga a los científicos
Esta es la historia de un gran boom que pasó desapercibido hasta ahora. Hace tres años, el observatorio estadounidense Zwicky Transient Facility descubrió una explosión -catalogada como “AT2021lwx”- de forma automática. Luego se unió a la base de datos, sin hacer más ruido. ¡Y además! El viernes, los astrónomos anunciaron en la revista “Monthly Notices” de la Royal Astronomical Society británica que se trataba de la explosión cósmica “más grande” jamás registrada.
En las listas de récords, AT2021lwx no superó al “burst-gamma” -un colosal estallido de energía en el colapso de una estrella- detectado en octubre de 2022 y catalogado como “GRB221009A”, supuestamente “el más brillante de la historia”. Por otro lado, esta nueva explosión liberó infinitamente más energía en tres años que el estallido gamma, según el autor principal del estudio, Philip Wiseman, astrofísico de la Universidad de Southampton.
Una explosión sin precedentes
La observación directa del fenómeno y el análisis de la luz permitieron comprobar que esta explosión récord tardó ocho mil millones de años en llegar al telescopio. Ahora queda que los astrónomos identifiquen la causa del fenómeno. Ninguno de los escenarios conocidos hasta ahora parece convincente para explicar AT2021lwx.
Podría ser una supernova, la explosión de una estrella masiva al final de su vida, pero aquí la luminosidad es diez veces mayor de lo esperado. Otra posibilidad es un evento de interrupción de las mareas, en el que una estrella es desgarrada por las fuerzas de atracción de un agujero negro al que se ha acercado demasiado. Pero, de nuevo, AT2021lwx es tres veces más brillante para validar tal escenario.
El brillo medido no tiene equivalente conocido, excepto con el de los cuásares, esas galaxias que albergan en su corazón un agujero negro supermasivo que se atiborra de materia emitiendo una cantidad fenomenal de luz. Pero la luz de los cuásares brilla, mientras que en este caso aumentó repentinamente hace tres años. “Nunca habíamos visto algo así […]. Parecía surgir de la nada”, observa Philip Wiseman.
Una nueva hipótesis por confirmar
Por lo tanto, el científico y su equipo formularon otra hipótesis, expuesta en el estudio. Su teoría es que una gigantesca nube de gas, del tamaño de 5.000 soles, está siendo devorada por un agujero negro supermasivo. Pero nuevamente, este escenario plantea preguntas.
El problema es que los agujeros negros supermasivos deberían estar en el centro de las galaxias. Y el del evento AT2021lwx debería ser equivalente en tamaño a nuestra Vía Láctea. Sin embargo, nadie ha detectado aún una galaxia en las cercanías del evento observado. “Es un verdadero rompecabezas”, dice Philip Wiseman.
Como el principio de la ciencia es que “nunca hay certezas”, el equipo está trabajando en nuevas simulaciones, utilizando los datos, para probar la “plausibilidad indiscutible” de su teoría. Queda por buscar en los cielos y las bases de datos de observaciones celestes eventos similares que podrían ayudar a levantar el velo sobre la explosión.
Con AFP
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