Espacio: en su primer aniversario, el telescopio James Webb captura el sublime nacimiento de las estrellas
Este miércoles 12 de julio, la NASA dio a conocer una nueva y espectacular imagen captada por el Telescopio Espacial James Webb, que celebra su primer aniversario.
Emergiendo de sus capullos de polvo, las estrellas nacientes aparecen llenas de chorros de hidrógeno rojo. Publicada este miércoles 12 de julio, una nueva imagen del Telescopio Espacial James Webb muestra la región de formación estelar más cercana a la Tierra, ubicada en la nube de gas Rho Ophiuchi.
50 estrellas jóvenes de tamaño similar a nuestro Sol aparecen en esta imagen, que “nos permite presenciar con nueva claridad un período muy breve en el ciclo de vida de las estrellas”, según Klaus Pontoppidan, científico y gerente de programa de James Webb en el Space Telescopio Instituto de Ciencias.
A diferencia de su predecesor, el Telescopio Espacial Hubble, que todavía está en funcionamiento, el James Webb opera en el infrarrojo. Esto significa que es capaz de detectar un deslumbramiento mucho más débil y, por lo tanto, ver mucho más lejos.
La longitud de onda que capta es imperceptible para el ojo humano y por tanto sus tomas se “traducen” en colores que luego se pueden ver. En concreto, la región que aparece en la fotografía publicada este miércoles, la nube de gas Rho Ophiuchi, está “completamente oscura cuando se observa con el Hubble”, explicó Klaus Pontoppidan.
El telescopio espacial James Webb reveló sus primeras imágenes hace apenas un año, el 12 de julio de 2022, y desde entonces esta joya de la tecnología ha “transformado la visión del cosmos de la humanidad”, se regocijó el jefe de la NASA, Bill Nelson. “Cada nueva imagen es un descubrimiento, que alienta a los científicos de todo el mundo a hacer y responder preguntas que nunca antes habían soñado”.
Imágenes de precisión sin precedentes
Una de las principales misiones de este telescopio es explorar los comienzos del universo, solo unos cientos de millones de años después del Big Bang. También debería ayudar a comprender mejor la formación y el ciclo de vida de las estrellas, al estudiar planetas fuera del sistema solar, llamados exoplanetas.
Desde que despegó a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra a fines de 2021, James Webb ha observado la galaxia más distante jamás detectada, pero también agujeros negros supermasivos. Gracias a ella se pudo medir por primera vez la temperatura de los planetas rocosos “primos” de la Tierra, e incluso se empezó a analizar su atmósfera.
El nuevo observatorio espacial de la NASA proporcionó imágenes de una precisión sin precedentes, incluidas impresionantes fotos de los icónicos “Pilares de la Creación” en octubre pasado. Ubicadas en nuestra Vía Láctea, a 6.500 años luz de la Tierra, estas estructuras masivas de gas y polvo están repletas de estrellas en formación.
El flujo de estudios científicos extraídos de estas observaciones es constante, sabiendo que investigadores de todo el mundo pueden reservar tiempo de observación con el telescopio. Su calendario se está elaborando cuidadosamente en incrementos de un año y, según Jane Rigby del Centro Espacial Goddard de la NASA, el calendario para el segundo año ya se está volviendo “ambicioso”.
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