amenazas y asesinatos
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Amenazado desde hace varias semanas, el corresponsal de “Liberación” y de Radio Francia se beneficia de medidas de protección. Este año, al menos doce profesionales de la información fueron asesinados en el país.
El 22 de agosto, alrededor de las 4 de la tarde, Fredid Román sale de las oficinas de La realidad, la página de noticias en línea que dirige. Al subir a su automóvil, se le acerca una motocicleta con dos ocupantes. Suenan cuatro disparos. Las detonaciones alertan a sus compañeros, quienes descubren el cuerpo del periodista tirado sobre el volante. Cuando por fin llega una ambulancia, tras veinte minutos de espera, Fredid Román, de 58 años, ya está muerto.
El asesinato tuvo lugar en Chilpancingo, en el estado de Guerrero (suroeste de México), y es el último de un periodista en el país. Entre el doce y el quince para 2022: los balances divergen porque, para algunos, no se sabe si la muerte está ligada a la actividad en la prensa. Como la precariedad está muy extendida en la prensa mexicana, muchos profesionales tienen otra actividad. Y este recurso a la duplicación lo introducen regularmente las autoridades para afirmar que un asesinato no está motivado por el trabajo periodístico.
Este fue el caso de Juan Arjón López (62), creador de una página informativa en Facebook titulada Qué temes (De que tienes miedo ?) quien también era mesero en un restaurante. El 16 de agosto fue encontrado muerto en el estado de Sonora, cerca de la frontera.
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