El declive de las orugas acentuado por el alumbrado público (estudio)
El alumbrado público no es bueno para los insectos. Además de alterar su comportamiento, puede reducir directamente su número, según un estudio realizado en el sur de Inglaterra y cuyos resultados fueron publicados el miércoles en la revista Science Advances.
Los investigadores estudiaron en particular las orugas de las polillas. Se mueven solo unos pocos metros alrededor del criadero y, por lo tanto, su población puede estudiarse fácilmente a nivel local.
Se estudiaron un total de 26 lugares iluminados por la noche: setos o áreas verdes al costado de la carretera. Cada uno de ellos fue comparado con un lugar no iluminado y no muy lejano, con las mismas características (vegetación, urbanismo, etc.).
Se tomaron muestras de orugas, ya sea agitando los setos y recuperando las larvas caídas, o con una red.
Resultado: las orugas fueron en promedio un 47% menos numerosas en los setos y un 33% menos abundantes en las gramíneas.
“A todos nos sorprendió que fuera tan impresionante”, dijo a la AFP Douglas Boyes, autor principal del estudio e investigador del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido. En cambio, se esperaba una reducción de alrededor del 10%.
“La explicación más probable es que las hembras no ponen sus huevos en estas áreas”, explica. “No es un comportamiento que tengan a la luz”.
Estos animales nocturnos se han acostumbrado a la oscuridad “durante millones de años”, por lo que “esta luz es inusual, es nueva”, dice.
También interfiere con su ciclo de vida: se pesó cada oruga y las extracciones de las áreas iluminadas se volvieron más pesadas.
“Ellos precipitan su desarrollo” comiendo más y más rápido porque la situación les parece “peligrosa o inusual”, explica Douglas Boyes.
Los investigadores también demostraron que la reducción en el número de orugas fue mayor bajo los postes de luz con lámparas LED, más blancas y, por lo tanto, más similares a la luz del día, que bajo las lámparas de sodio convencionales (HPS).
Sin embargo, los LED se utilizan cada vez más debido a su mejor rendimiento energético.
El estudio reconoce que “el alumbrado público probablemente contribuyó sólo de manera menor a la disminución a largo plazo de las polillas en todo el país”.
Pero esta luz todavía tiene “un efecto local muy importante”. Y consecuencias en cascada: menos orugas significa menos comida para pájaros o murciélagos.
Sin embargo, existen “soluciones muy asequibles”, subraya Douglas Boyes. Por ejemplo, instalar filtros de colores o pantallas que dirijan la luz solo a las carreteras.
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