El cambio climático ayudó a la aparición de los dinosaurios
Los primeros dinosaurios aparecieron hace unos 235 millones de años (Ma), en el Triásico (-251 a -201 Ma) y sobrevivieron hasta el impacto del asteroide Chicxulub que provocó su desaparición -a excepción de las aves- a finales del Cretácico, hace 66 millones de años.
Un éxito global y duradero, ya que ocuparon prácticamente todos los nichos ecológicos terrestres y adoptaron una gran variedad de tamaños o formas. Parte de este éxito se debe sin duda a la la diversidad de conductas alimentarias de los dinosaurios más primitivos. La otra parte de este éxito sería climática, según una nueva encuesta realizada por la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
principios humildes
A finales del Triásico, los dinosaurios y en particular los primeros saurópodos, mucho más modestos que sus descendientes, gigantescos cuadrúpedos herbívoros como el Diplodocus, quedaron confinados en pequeños nichos ecológicos, en latitudes bajas y en zonas relativamente cálidas. Los científicos creían anteriormente que esta distribución restringida estaba relacionada con la competencia con otros animales que vivieron en el mismo período y alcanzaron grandes tamaños. Entre ellos se encontraban los grandes aetosaurios que parecían enormes armadillos acorazados, los igualmente impresionantes rauisuquios o terápsidos, parientes lejanos de mamíferos como Lystrosaurus.
Para comprender mejor las interacciones entre estos animales y el papel del clima en la historia temprana de los dinosaurios, los investigadores utilizaron recursos computacionales para modelar las condiciones ambientales (temperaturas y precipitaciones) y compararlas con la distribución de los saurópodos, datos obtenidos compilando bases de datos de fósiles. Es evidente a partir de este trabajo que los saurópodos y los animales parecidos a los saurópodos, con sus colas largas, cuellos largos y cabezas pequeñas, lograron un éxito tremendo durante un período turbulento de evolución.
Crecimiento durante la crisis
Según el estudio publicado en la revista biología actual, son las variaciones en las condiciones climáticas las que restringieron la aparición de sauropodomorfos, no la competencia con otros animales grandes. Pero la crisis de finales del Triásico, probablemente provocada por un intenso vulcanismo inducido por la fragmentación del supercontinente Pangea, cambió la situación.
Las temperaturas promedio aumentaron debido a la liberación masiva de dióxido de carbono y ofrecieron condiciones mucho más favorables para los saurópodos, que pudieron expandir sus áreas de hábitat. También aprovecharon la desaparición de otros grandes vertebrados para ocupar los nichos ecológicos que quedaban libres.
Pero incluso después de esta crisis, durante el Jurásico, cuando alcanzaron tamaños gigantescos, los saurópodos siguieron permaneciendo en las regiones más cálidas y evitando cuidadosamente los rincones más fríos, a diferencia de otros grupos como los hadrosaurios o ciertos terópodos que viajaron hasta Alaska.
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