La primera diferencia notable está en el diseño. El compresor de Xiaomi retoma el formato de “iPod grande” ya visto en la versión anterior de su inflador, mientras que Bosch opta por un diseño de “mango”.
En ambos casos, los dispositivos son muy fáciles de usar, con 5 botones grandes que permiten configurar el dispositivo e iniciar la fase de inflación. No hay botón de encendido en el Xiaomi, ya que solo necesita tirar de la manguera para que se encienda la gran pantalla LED. En Bosch, el enfoque es más pragmático con un gran botón rojo. Un poco más fácil de usar, el compresor chino también destaca por su diseño fácil de usar, su sistema de almacenamiento de cables particularmente eficiente y su interfaz más amigable, ayudada por perfiles pregrabados y su pantalla grande.
En uso, el compresor Bosch es, sin embargo, más fácil de manejar gracias a su forma que ofrece un excelente agarre. Las pequeñas manos tendrán que hacer una serie de contorsiones para agarrar y ajustar el inflador más grueso de Xiaomi con la punta del pulgar. Además, muestra la presión con mayor precisión (dentro de 0,05 bar), cuando Xiaomi trabaja en incrementos de 0,5 bar. Por otro lado, es un poco más pesado y tendrá problemas para deslizarse en una pequeña guantera o debajo del asiento de una motocicleta, por ejemplo.
Más ricamente equipado, el inflador de Bosch se destaca al ofrecer una boquilla para inflar juguetes neumáticos, como flotadores, así como un adaptador para válvulas Presta y una aguja para globos. Además, estos pequeños accesorios se guardan en un espacio previsto a tal efecto, alojado en el asa del aparato, lo que evitará que se pierdan. El alemán acierta con su manguera con una funda más larga, más resistente y mucho más práctica de usar, principalmente gracias a su punta móvil que permite desinflar los neumáticos sin tener que desatornillar por completo el aparato.
Como era de esperar, esta primera vuelta va para Bosch gracias a su dotación algo más rica y, sobre todo, gracias a su practicísimo sistema de almacenaje y su tubo mucho mejor pensado; un detalle que marcará la diferencia en el uso.
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