Descifrado el vuelo del pterosaurio gigante
Este artículo fue tomado de la revista mensual Sciences et Avenir – La Recherche n°900, febrero de 2022.
Sus gigantescas alas no le impidieron saltar. Para emprender el vuelo, Quetzalcoatlus, un gigantesco pterosaurio del Cretácico (-145 a -66 millones de años) de 3,6 metros, practicaba saltos de altura con potentes llamadas que hacían vibrar el suelo. Esto se demuestra mediante nuevos estudios biomecánicos basados en casi todos los fósiles del organismo volador más grande que jamás haya existido.
Saltos de 2,4 metros de altura
Sus hallazgos arrojan nueva luz sobre el debate entre los paleontólogos sobre cómo este animal, con una morfología a medio camino entre un albatros y un murciélago, podría volar, ¡solo que mucho más grande! Con sus patas de 180 metros de altura, el Quetzalcoatlus era capaz de saltar hasta 2,4 metros de altura, o “el doble de la altura de tus caderas” especificar los autores del estudio publicado en Diario de Paleontología de Vertebrados.
Reconstrucción paso a paso de una secuencia de vuelo de Quetzalcoatlus: el pterosaurio se agacha, salta y comienza a aletear. Créditos: Kevin Padian y otros/John Conway
grandes volantes
Fue esto lo que le permitió abrir sus alas, cuya envergadura alcanzó de 11 a 12 metros. Los investigadores refutan así la teoría según la cual despegó como el albatros corriendo por el suelo. Y para los que aún duden de que el animal supiera volar: “Los pterosaurios tenían enormes huesos mamarios, y ahí es donde se unían los músculos para volar, por lo que no hay duda de que eran grandes voladores”. explica Kevin Padian, coautor del estudio y profesor emérito de la Universidad de California, Berkeley (Estados Unidos). Para el aterrizaje, en cambio, se comportó “como un avión, disminuyendo la velocidad hasta que cae del cielo antes de aterrizar”dicen los científicos del estudio.
Representación artística de un Quetzalcoatlus lawoni más pequeño (con una envergadura de unos 6 metros) flotando sobre el agua. Créditos: John Conway
“Decir que este trabajo está muy atrasado es quedarse corto.comenta Darren Naish, paleontólogo y comunicador científico que no participó en el estudio. Nunca antes se había recopilado información tan detallada sobre los azdárquidos (la familia de pterosaurios que incluye a Quetzalcoatlus) de esta manera, lo que significa que este trabajo establecerá el punto de referencia para estudiar este grupo durante los próximos años, probablemente décadas”.
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