Cuando los polluelos son expulsados del nido antes de que vuelen
Este artículo es de la revista Les Indispensables de Sciences et Avenir n°210 de julio/septiembre de 2022.
Uno puede imaginar el primer vuelo de un pájaro como un evento particularmente emocionante. Sin duda, adiestrado por sus padres, aprende a desplegar y mover sus alas. Y luego salta, es el gran salto, antes de flotar definitivamente. Esta representación algo idealizada está lejos de corresponder a la dura realidad de la vida a menudo corta de un pajarito.
Así, en determinadas especies de pájaros cantores, como la curruca cerúlea o el gorrión campero, los padres expulsan del nido a algunas de sus crías antes de que sepan volar. En un estudio realizado en 2020, investigadores de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) se preguntaron quién estaba en el origen de este desalojo temprano: ¿los pajaritos, dispuestos a romperse el cuello para emanciparse? ¿Sus padres?
Una estrategia escalable bien establecida
La respuesta sorprende: son los padres quienes los empujan fuera del nido, exponiéndolos al riesgo de morir antes que si se hubieran quedado abrigados con ellos. Esta práctica aparentemente brutal es, de hecho, el resultado de una estrategia evolutiva bien perfeccionada: al separar espacialmente a sus crías, los adultos diluyen el riesgo de mortalidad de toda la cría, que los depredadores harían un trabajo rápido, lo que aumenta las posibilidades de que al menos uno de los jóvenes sobreviva a la independencia.
Este fenómeno se observa especialmente en especies con crías grandes que viven en ambientes expuestos (praderas o matorrales), las que anidan en cavidades que tienden a retrasar el vuelo de sus crías.
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