Crónica de Camille: hipocresía. VIDEO
CJAMY. La columna de Camille Gaubert se transmite a diario en el programa “C Jamy”, presentado por Jamy Gourmaud de lunes a viernes, a las 17 horas, en Francia 5.
Si la hipocresía está tan fuertemente condenada en nuestras culturas occidentales, es porque es una forma de engaño y traición, según investigaciones recientes. Sorprendentemente, esta percepción parece ser cultural: cuanto más se fomenta la interdependencia, menos hipocresía se rechaza.
La hipocresía empeora el crimen
Tartufo, protagonista de la obra de Molière del mismo nombre, es un estafador. Finge ser un hombre piadoso y recto para sacar dinero de Orgon, un rico ingenuo inclinado a la religión. Y cuando se le señala que su actitud no es compatible con sus supuestas creencias religiosas, Tartufo responde: “El cielo en realidad defiende ciertos contentos, pero encontramos acomodo con él.“.Esto es hipocresía: cuando nuestras palabras nos pintan de mejor manera que nuestras acciones. Lo interesante es que condenamos la hipocresía con más severidad que las propias malas acciones ”, apunta la investigadora en neurociencias. Sebastián dieguez. Por ejemplo, robar dinero está mal visto, pero robar Y afirmar públicamente que robar está mal, a la vista del público, es mucho peor.
Las palabras señalan nuestros valores morales
Pero, ¿por qué una palabra positiva agrava una transgresión en lugar de compensarla? De acuerdo a una Estudio de 2017, es por un concepto llamado “señalización”, es decir, señalizamos nuestros valores con nuestras palabras. Afirmar que “robar es malo” realmente inspira más confianza en los demás que simplemente no robar. Pero cuando esa señalización es manipulada por un hipócrita para lucir mejor de lo que es, nos sentimos robados … Y el juicio es mucho más duro. “Los hipócritas “honestos”, que evitan la señal falsa admitiendo haber cometido la transgresión condenada, no son vistos negativamente, incluso si sus acciones contradicen sus valores declarados.“, También concluyen los autores de la publicación. Por ejemplo, cuando una persona que afirma su rectitud moral admite haber robado, la sentencia es menos severa que si el robo se descubrió sin que él lo reconociera.
Un juicio de hipocresía ampliamente cultural
Pero esta reacción es en gran parte cultural. La prueba: según un estudio de 2018, el rechazo a la hipocresía es mucho menos fuerte en culturas menos individualistas que favorecen al colectivo, como en Asia y América Latina, que en Europa Occidental y América del Norte, donde se fomenta la independencia. “Postulamos que estas diferencias culturales en las respuestas a la incapacidad de practicar lo que se predica surgen del hecho de que es más probable que las personas vean la predicación como orientada hacia los demás y generosa (en oposición a egoísta y generosa). Hipócrita) en contextos culturales que fomentan la interdependencia“, concluyen los científicos. En otras palabras, en estos países,” ¡no practicar lo que se predica “es visto como un intento apreciable de transmitir un buen mensaje!
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