El Parlamento de Colombia, uno de los países más peligrosos para los defensores ambientales, ratificó este lunes el Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe adoptado en 2018 tras negociaciones en Costa Rica. “¡Es una realidad! Con 120 votos a favor se aprobó el acuerdo de Escazú”, anunció en su cuenta de Twitter el Ministerio del Ambiente de Colombia.El expresidente Iván Duque rubricó el acuerdo en 2019, pero el legislativo esperó tres años para ratificarlo.
El Acuerdo de Escazú, firmado en 2018 en esta ciudad ubicada al suroeste de San José, fue impulsado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo regional de las Naciones Unidas. Este acuerdo fue el primero en el mundo en introducir disposiciones específicas para proteger los derechos de los defensores ambientales, blanco de numerosos asesinatos en América Latina.
“Victoria por la Protección de los Líderes Ambientales”
Garantiza la protección del medio ambiente y la salud de las personas, especialmente de los pueblos indígenas, promueve la participación ciudadana, el acceso a la información y la justicia en materia ambiental. También permite que las personas y comunidades sean informadas y escuchadas en los procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas y territorios.
Adoptada por 24 países de la región, incluido Brasil, fue promulgada en abril de 2021 luego de ser ratificada por 12 de ellos (Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía y Uruguay).
La ratificación en Colombia llega dos meses después de la elección del primer presidente de izquierda del país, Gustavo Petro. “Se aprobó como ley el tratado internacional de Escazú (…) Felicitaciones al Congreso ya la sociedad colombiana”, saludó Gustavo Petro en Twitter. Varias ONG también saludaron esta ratificación, como la filial de WWF en Bogotá, que la calificó como una “victoria para la protección de los líderes ambientales, la naturaleza y los territorios”. La ONG Global Witness informó en septiembre que Colombia era el segundo país del mundo con más ambientalistas asesinados, con 33 casos solo en 2021. México va adelante con 54 homicidios y Brasil el tercero (26 muertos).
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