Cirugía refractiva, una alternativa a las gafas o lentes de contacto
Este artículo fue tomado de la revista mensual Sciences et Avenir – La Recherche n°903, de mayo de 2022.
Cada año en Francia, 150.000 miopes optan por las llamadas técnicas de cirugía refractiva. Todos se basan en el uso de láseres que esculpen la córnea al micrómetro más cercano. Esta parte anterior transparente que cubre el ojo, por delante del iris y la pupila, tiene la función de transmitir la luz al cristalino y la retina. Y es en su curvatura donde intervienen los cirujanos, modificándola más o menos en profundidad, en el centro y en la periferia.
Láseres más maniobrables
“Una córnea mide 550 micrómetros y nuestro rango de intervención es como máximo un 20 % de ablación, o aproximadamente menos 100 micrómetros. “, especifica el Prof. Alexandre Denoyer, oftalmólogo del CHU de Reims. Fundada en la década de 1990, la técnica pionera es el láser excimer, seguido por Lasik (Queratomileusis in situ asistida por láser). (Leer S. y A. N° 706, N° 828). Pero desde hace diez años, Lasik ha ido perdiendo terreno frente a otros enfoques más nuevos con láseres más manejables: “Sonrisa (Extracción de Lentes de Pequeña Incisión) y mucho más recientemente el Trans PKR (fotoqueratectomía refractiva transepitelial), el único 100% láser, sin ningún contacto del instrumento con el ojo “, resume el especialista. Esta diversidad de técnicas permite la adaptación a las situaciones: Lasik o PKR para miopías bajas (de -0,25 a -2,5 dioptrías), Lasik o Smile para PKR medias o trans en la mayoría de los casos.
Una evaluación preoperatoria completa
Pero no todas las personas miopes son operables, advierte la Agencia Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios (ANSM). Porque aunque la técnica sea eficaz (menos del 1% de reintervenciones, pocas complicaciones), hay que esperar aproximadamente 25 años, la edad media de estabilización de la miopía y también respetar las contraindicaciones, por ejemplo una córnea muy fina. De ahí la importancia de contactar con un cirujano experimentado que realice una evaluación preoperatoria completa con un examen preciso de la córnea, topografía corneal, que permita valorar su grosor, su regularidad, etc.
Asimismo, para la miopía severa (más de -8 dioptrías), no existen los láseres, pero sí una posible alternativa: el uso de implantes flexibles o rígidos, colocados delante del cristalino que, dependiendo de la edad del paciente, quedan colocados o no. Estos gestos, más arriesgados que las técnicas con láser, siguen siendo raros, con menos del 5% de los procedimientos quirúrgicos. De todos modos, esta cirugía no es reembolsable y cuesta alrededor de 1500 euros por ojo. “Queda mejorar los enfoques para miopes mayores de 40 años y poder actuar tanto en visión lejana como cercana “, concluye el cirujano.
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