Cine: un marciano en busca del pasado
Este artículo es de la revista Les Indispensables de Sciences et Avenir n°209 de abril/junio de 2022.
“Todo esto no vale… un claro de luna en Marte”, podría tararear Quaid y Melina en una huida al planeta rojo – lunas en plural, porque son dos: Fobos y Deimos. Los tortolitos, interpretados por Arnold Schwarzenegger y Rachel Ticotin, experimentan el sueño elonmuskiano de un Marte colonizado.
Un recuerdo que despierta a otros…
En la Tierra, Quaid compró implantes de memoria para permitir la memoria de vacaciones de aventura a las que un trabajador como él no puede acceder. Pero la operación se convierte en un fiasco: despierta otros recuerdos… ¡los de sus pasadas actividades como agente secreto! Se produce una carrera salvaje que lo lleva a Marte, donde conoce a Melina. ¿Amor de vacaciones? Nos hacemos la pregunta al final de la historia: ¿todas estas aventuras son reales o restauran el escenario de la memoria implantado por la empresa Rekall Inc.?
Una pregunta recurrente
Tal es la brillante ambigüedad de la película de Paul Verhoeven (1990), en la que la exploración del Sistema Solar ve telescópicamente el de otro universo, el del cerebro y la memoria. Adaptada de una novela de Philip K. Dick, ilustra a la perfección la pregunta recurrente que el norteamericano desarrolla en su obra: ¿qué es la realidad?
“recuerdo total“, Paul Verhoeven, 1990
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