Cine: Aïssa Maïga filma la vida cotidiana sin agua de las mujeres Fulani
Quería filmar los efectos del calentamiento global en el país más pobre del mundo: con “Marcher sur l’eau”, la actriz francesa Aïssa Maïga expone “sin miseria” la vida cotidiana de las mujeres y niños fulani afectados por la falta de agua en Níger.
El documental, que llega a los cines en Francia el miércoles, se presentó en una sección paralela del Festival de Cine de Cannes, en julio, dedicada al clima.
Este es el segundo documental de la actriz de 46 años, después de “Regard noir”, sobre la representación de la mujer negra en el cine, emitido este año por Canal +.
Le sigue el libro colectivo “Noire no es mi trabajo” (2018) y su intervención en César en 2020, donde denuncia la falta de diversidad en el cine francés.
En “Walking on the Waters”, la actriz decidió interesarse por la causa del calentamiento global filmando con precisión la vida cotidiana de las mujeres y los niños Fulani.
Con la crisis climática, la temporada de lluvias es más corta y falta agua la mayor parte del año. Así, las mujeres y los niños se ven obligados a emigrar a los países vecinos, renunciando a la vida en sus aldeas y a la escolarización de sus hijos.
“Cuando me ofrecieron hacer esta película, casi dije que no porque estaba haciendo + Black Look + al mismo tiempo y no podía imaginarme haciendo dos películas al mismo tiempo. Volví a llamar a la productora para decirle que me sentía conectada con esta historia por mis orígenes (Maliana y Senegalese, nota del editor), explicó a AFP en Cannes.
Con esta película quiso “mostrar cómo las personas, que vivían en un entorno no hostil, se encuentran en unos años sufriendo por falta de agua y siendo forzadas a migrar. Y eso es todo. Causa del calentamiento global”, agregó. .
“La falta de consideración que sufren las personas de piel negra en este planeta es tan delirante que para mí hacer una película al respecto, era imperativo evitar la trampa de la miseria”, dijo.
Si la película muestra cómo los países pobres y poco contaminantes son los primeros en sufrir los efectos del calentamiento global, la actriz y directora garantiza que no “quiere culpar a nadie”.
“La culpa nunca fue mi fuerza motriz, ni en mi vida ni en mi trabajo. Estoy ahí para que mi sensibilidad transmita una emoción, una mirada, que nos acerque a todos ”.
La película fue coescrita con Ariane Kirtley de la ONG “AmmanImman” (El agua es vida, nota del editor), la película se rodó entre 2018 y 2020 en Níger.
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