Al menos 25 personas murieron en las inundaciones del día de Navidad en Filipinas, según un nuevo balance de las autoridades el miércoles.
Decenas de miles de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares después de que las lluvias torrenciales inundaran pueblos, ciudades y carreteras, lo que detuvo las festividades navideñas en el país predominantemente católico.
Según la agencia nacional de gestión de desastres, más de 81.000 personas se han refugiado en centros de evacuación y se continúan realizando esfuerzos para ayudar a las poblaciones más afectadas.
Al menos 13 personas murieron, la mayoría ahogadas, en la provincia de Misamis Occidental y en la isla sureña de Mindanao, dijo la agencia.
Veintiséis personas siguen sin ser detectadas, mientras que nueve heridos han sido identificados.
De acuerdo con el pronóstico del tiempo, para el miércoles y jueves se mantenían probables lluvias de moderadas a intensas en las regiones centro y sur, debido a un área de baja presión proveniente de la costa que podría convertirse en una depresión tropical.
“Las inundaciones y los deslizamientos de tierra inducidos por la lluvia son posibles, especialmente en áreas propensas o muy propensas a estos peligros”, dijo el departamento meteorológico estatal.
Las autoridades anunciaron el miércoles que se estaban realizando operaciones de reconocimiento aéreo sobre Misamis Occidental para evaluar el alcance de los daños.
El clima había comenzado a empeorar a fines de la semana pasada en Filipinas, uno de los países más vulnerables a los desastres naturales y donde la mayoría de los 110 millones de habitantes se preparaban para celebrar la Navidad.
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