“Babylon” late al ritmo del exceso
Babylon, la última película de Damien Chazelle, narra los inicios de Hollywood y la llegada de un cine que pondrá patas arriba toda una era. despues de su pelicula La la Land Comedia dramática ganadora del Oscar 2017 Babilonia está lejos de ofrecer una historia de amor idílica, sino más bien una panoplia de personajes sueltos. La película tiene una duración de más de tres horas, con los actores principales Brad Pitt, Margot Robbie, Diego Calva y Jean Smart.
el director de Babilonia, Damien Chazelle, es emprendedor y atrevido al reflejar en la gran pantalla todos los excesos de la época de Hollywood. Personajes inverosímiles, deslumbrantes, apáticos y deprimentes arrastran al espectador a la vorágine del exceso: la joven dispuesta a hacer cualquier concesión para convertirse en estrella, la inmigrante mexicana, una sirvienta, en busca del sueño americano y el protagonismo, el personaje chic en plena decadencia, el trío que se reúne en una fiesta que va en todas direcciones…
Un período suspendido de la década de 1920, que va del mudo al sonoro, en un ritmo frenético de música y una gama de colores, disfraces, accesorios y personajes. Toda la grandeza de Hollywood está ahí, pero también todo el declive. El cine hablado se presenta como una enorme máquina que viene a perturbar el orden de las cosas y revolucionar toda una época, no sin pasar por el “demasiado”. Todo es excesivo, desproporcionado, monstruoso, fenomenal.
Inevitablemente surgen grandes preguntas: arte o afición, multitud o aislamiento, valores o lo ilimitado, lo ilimitado. Al ritmo de la música característica de Justin Hurwitz que grita en la película, no hay tiempo para pensar o responder. La rueda gira, la máquina avanza y la cámara hace clic uno tras otro en un carnaval efervescente que arrasa con todo a su paso…
La película de Damien Chazelle termina con un plano secuencia con un ojo voyerista que pretende ser introspectivo. El espectador se encuentra observado, atrapado en el ojo de la cámara. Un vuelco que da ganas de desandar este tramo de camino, lejos de las luces y las extravagancias, en la era del cine mudo. En ese momento, en la sencillez de las miradas, de los gestos, en blanco y negro, todo estaba dicho… todo estaba ahí.
Babilonia es una película técnicamente acertada en su ambientación, sus imágenes, su música y su puesta en escena, aunque el hilo conductor que nos mantendría en vilo a lo largo de las tres horas deja al espectador frente a mosaicos de escenas inconexas. Pero tal vez esa era la intención del director… En esta máquina infernal, donde el exceso era la consigna, ¿todo tenía necesariamente un sentido?
Marie-Christine Tayah
Instagram: @mariechristine.tayah
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