“Ayúdalo, se muere”… El expresidente de Georgia en las peores condiciones posibles, acusan a Putin de haberlo envenenado con mercurio y arsénico

Actualmente detenido por “abuso de poder”, Mikheil Saakashvili, expresidente de Georgia y feroz opositor de Vladimir Putin, apareció en el peor de los casos durante una audiencia que decidiría sobre su detención continua.

Una audiencia realizada por videoconferencia que conmocionó a los allegados al expresidente, pero también a la opinión pública. Vemos a Saakashvili, de 55 años, muy delgado y muy débil, con la cabeza sostenida por una almohada colocada detrás de su espalda. Su cabello ahora gris y sus manos temblorosas también crearon revuelo.

Desde entonces, su familia exige que el exopositor de Vladimir Putin sea sacado de su prisión, donde cumple una condena de 6 años por “abuso de poder”, para ser tratado en el extranjero.

Envenenado desde que ha estado en prisión.

Sus abogados y su familia confían en los resultados de un análisis toxicológico realizado por el profesor estadounidense David Smith. En sus análisis se encontraron mercurio y arsénico. “Con un grado razonable de certeza, estos agentes fueron presentados después de que arrestaron a Mikheil Saakashvili”, dijo Smith.

Saakashvili había sido condenado en 2018 mientras vivía en el exilio y fue arrestado a su regreso a Georgia en 2021. Desde entonces, ha denunciado un juicio político, él que, durante el exilio, vivió en Ucrania donde obtuvo la nacionalidad ucraniana.

El prooccidental Saakashvili se opuso a Putin en 2008 durante la invasión rusa. Putin luego juró que “lo colgaría de las bolas”.

Zelensky en apoyo

Hoy, Mikheil Saakashvili está “al borde de la muerte” y su familia señala con el dedo al estado ruso al que considera responsable de su envenenamiento.

Para la ONG Amnistía Internacional, el trato reservado a Saakashvili es una “aparente venganza política”. En su lucha, la familia del expresidente ha sido apoyada por el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien instó al gobierno georgiano a mostrar “compasión”. “Lo que le está pasando a Mikheil hoy es cruel. Tiene que parar”, dijo.