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Los cuerpos de al menos 46 personas, inmigrantes que presuntamente cruzaron ilegalmente la frontera hacia México, fueron encontrados el lunes en la parte trasera de un camión abandonado cerca de San Antonio, Texas. Este es uno de los hallazgos más trágicos relacionados con la inmigración ilegal en los últimos años en los Estados Unidos.
Los cuerpos de al menos 46 personas fueron encontrados el lunes 27 de junio en un camión cerca de San Antonio, Texas, según funcionarios locales. Otras 16 personas, incluidos 4 niños, también fueron hospitalizadas en estado de deshidratación.
Camiones como el que se encuentra en San Antonio, a unos 240 km de la frontera con México, son un medio de transporte muy utilizado por los migrantes que desean ingresar a Estados Unidos. Este viaje es extremadamente peligroso, especialmente porque estos vehículos rara vez tienen aire acondicionado y sus ocupantes se quedan rápidamente sin agua.
“Los pacientes que atendemos estaban calientes al tacto, sufrían golpe de calor, agotamiento por calor, no encontramos rastros de agua en el vehículo”, explicó el jefe de bomberos.
Varias estaciones de televisión locales y un diario de San Antonio informaron sobre el siniestro descubrimiento el lunes por la noche, y las imágenes difundidas por el canal KSAT mostraban a varios policías y vehículos de emergencia en el lugar. El jefe de policía de San Antonio también dijo que tres personas fueron arrestadas en relación con el caso.
Un drama muy político
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, anunció la noticia en su cuenta de Twitter, acusando de inmediato al presidente estadounidense, Joe Biden, de ser el responsable de la tragedia. “Estas muertes hay que atribuirlas a Biden. Son el resultado de su política asesina de fronteras abiertas”, reaccionó.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, lamentó una “tragedia” en Twitter e indicó que el cónsul mexicano, aunque “no sabemos las nacionalidades” de las víctimas, se dirigía hacia allí.
Las llegadas de inmigrantes ilegales aumentaron considerablemente tras la elección de Joe Biden, aunque éste ha intentado, desde su llegada a la Casa Blanca, frenar el flujo migratorio confiando este espinoso expediente a su vicepresidenta Kamala Harris.
En 2017, una tragedia similar golpeó los ánimos: diez migrantes murieron en un tráiler sobrecalentado estacionado en un estacionamiento cerca de San Antonio.
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