Adelgazar después de los 60 años reduce a la mitad la probabilidad de vivir hasta los 90 – Mr. Código
Un estudio liderado por la Universidad de California en San Diego revela la importancia de mantener un peso corporal estable en las mujeres mayores de 60 años para alcanzar una longevidad excepcional. Durante mucho tiempo, se ha asociado tener un índice de masa corporal (IMC) elevado con una menor esperanza de vida y un mayor riesgo de enfermedades cardiometabólicas, pero los resultados aún son objeto de controversia.
Las investigadoras se enfocaron en un grupo de 54,437 mujeres y encontraron que aquellas que experimentaron una pérdida de peso del 5% o más tenían menos probabilidades de alcanzar una longevidad excepcional. Por otro lado, las mujeres mayores que lograron mantener un peso estable tenían entre 1,2 y 2 veces más probabilidades de alcanzar una longevidad excepcional en comparación con aquellas que perdieron peso involuntariamente.
Es importante destacar que ganar peso en comparación con tener un peso estable no se asoció con una longevidad excepcional. Por lo tanto, el peso corporal estable podría ser un indicador de buena salud y un predictor de una mayor esperanza de vida.
La Dra. María López, una de las investigadoras del estudio, advierte que perder peso involuntariamente en la vejez podría ser una señal de mala salud y un indicativo de una disminución en la longevidad. Por tanto, las recomendaciones generales de pérdida de peso en mujeres mayores podrían no contribuir a vivir más tiempo. Sin embargo, la especialista resalta la importancia de prestar atención al consejo médico individualizado.
Este estudio es el primero a gran escala que examina los cambios de peso en la vejez y su relación con una longevidad excepcional. La investigación fue financiada por los Institutos Nacionales de Salud, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Según los expertos, estos hallazgos podrían tener importantes implicaciones para la salud y el bienestar de las mujeres mayores, y podrían ayudar a desarrollar intervenciones específicas para promover una longevidad saludable.
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