Ondas cerebrales y patrones de pensamiento internos
Como seres humanos, estamos prácticamente en constante interacción con nuestros pensamientos internos y nuestras mentes tienden a divagar cuando se las deja solas durante unos segundos. Sin embargo, los científicos aún no conocen bien los mecanismos cerebrales que gobiernan nuestro flujo de pensamientos. Un equipo de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley), en Estados Unidos, investigó el tema: sus resultados, publicados en la revista procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), indican que existen firmas electrofisiológicas vinculadas específicamente a diferentes estados del pensamiento interno, permitiendo, por ejemplo, identificar si nuestra mente está concentrada o, por el contrario, divaga.
Diferentes corrientes de pensamiento interno.
El equipo estadounidense enseñó a sus 39 participantes a distinguir 4 estados diferentes de pensamiento: relacionado con una tarea (“relacionado con la tarea“), Wanderer (“moviéndose libremente“), Restringido deliberadamente (“deliberadamente restringido“) Y restringido automáticamente (“restringido automáticamente”). Nuestros pensamientos se ponen tensos cuando nuestra atención se centra en algo durante un largo período de tiempo. Hablamos de pensamientos deliberadamente restringidos cuando una persona dirige activamente sus pensamientos hacia información relacionada con un objetivo (por ejemplo, un científico que planea su próximo experimento). Por el contrario, los pensamientos restringidos automáticamente se relacionan con información emocional o personal importante de la que es difícil deshacerse (por ejemplo, “cuando está preocupado por su sobrina que va a ser operada, ”Como indica el estudio).
Cuando estos dos tipos de restricciones son débiles, los pensamientos vagan libremente, sin rumbo fijo: esto es lo que sucede cuando piensas en una película que te recuerda esa reunión a la que asististe esa mañana, lo que te hace pensar que tienes que hacer algunas compras para la cena, además de qué diablos vas a poder cocinar … Aproximadamente así.
Electroencefalografía para visualizar estos flujos de pensamiento
Una vez que estas distinciones fueron claras para los participantes, debían realizar una tarea relativamente simple que requería su atención: aparecían flechas en una pantalla y debían indicar presionando las teclas del teclado si apuntaban hacia la izquierda o hacia la izquierda. Después de cada secuencia, se les pidió que evaluaran en una escala del 1 al 7 qué tan cerca sus pensamientos durante la secuencia correspondían a cada categoría estudiada previamente: relacionados con la tarea, deambular libremente, restringido deliberadamente o restringido automáticamente.
Mientras realizaban esta tarea, los investigadores registraron su actividad cerebral mediante electroencefalografía (EEG): los electrodos colocados en los cráneos de los participantes capturaron señales eléctricas que se compararon con sus respuestas posteriores a la secuencia. Esto es lo que permitió identificar ciertas ondas cerebrales correspondientes específicamente a diferentes “estados” de pensamiento en los participantes: estos patrones de señales eléctricas pueden revelar si una persona está concentrada en la tarea en cuestión o, por el contrario, perdida en la tarea de sus pensamientos errantes.
Evidencia neurofisiológica para distinguir patrones de pensamiento
Los científicos observaron un fuerte aumento en las ondas alfa en la corteza prefrontal de los participantes mientras sus pensamientos vagaban sin rumbo fijo durante el experimento. Estas ondas cerebrales, típicamente características de un estado de conciencia tranquilo o creativo, oscilan en frecuencias entre 8,5 y 12 hercios y constituyen una especie de firma electrofisiológica del pensamiento desordenado, libre y sin restricciones. Al mismo tiempo, se observaron ondas cerebrales P300 (también llamadas P3) en el lóbulo parietal, aunque de forma más débil: otro marcador de situaciones en las que las personas no prestaban atención a la tarea en cuestión.
Por el contrario, cuando los participantes se concentraron en su tarea, lo que indica pensamientos deliberadamente restringidos, estas ondas P3 se vieron en el lóbulo frontal, en lugar de ondas alfa. Estas diferentes firmas electrofisiológicas son la primera evidencia neurofisiológica para distinguir diferentes patrones de pensamiento internos.
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