El boleto científico de fin de semana. ¿El hombre hará que llueva y brille?
El resultado de las observaciones de Instituto Meteorológico cayó. Francia acaba de conocerla año más caluroso desde los primeros registros en 1900, y con el aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos se han intensificado. Ante esta situación, ¿qué soluciones tenemos a nuestra disposición?
Para lidiar con esto, es la geoingeniería climática lo que Estados Unidos y China parecen estar eligiendo. Aunque la idea de manipular el clima y el medio ambiente para contener los efectos del calentamiento global no es nueva, parece estar ganando reconocimiento. Al cambiar la composición de la atmósfera de la Tierra y gestionar la radiación solar, cada uno tiene su propia solución para jugar como aprendiz de mago climático.
Pierre Gilbert, administrador y experto en clima, movilidad y financiación de la transición para el Instituto Rousseau, explica que cuando hablamos de geoingeniería, “Estamos hablando de un conjunto de tecnologías que apuntan a modificar artificialmente el clima”.
Esto se puede hacer reverberando los rayos del sol para enfriar el planeta, absorbiendo CO2 en enormes máquinas, sembrando los océanos o incluso jugando con el albedo, es decir, la capacidad de las superficies de la Tierra para reflejar la energía solar.
Pierre Gilbert, experto en clima del Instituto Rousseau
En 2018, fue debido al previsible fracaso en la reducción de gases de efecto invernadero que, por primera vez, el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) introdujo soluciones de geoingeniería en sus escenarios para un mundo de 1,5 °. Por su parte, China acaba de anunciar la aceleración de su programa de siembra de nubes.
“Desde hace varios años, el gobierno chino intenta combatir las sequías que azotan al país. Para resolver este problema, desarrollaron el Proyecto Sky River, ” especifica Pierre Gilbert.
La idea es enviar aerosoles a todo el territorio, aquí yoduros de plata, para condensar las nubes y hacer que llueva.
Sin embargo, en esta búsqueda de soluciones, Estados Unidos no se queda fuera. En 2021, el Proyecto SCoPEx, que consiste en lanzar aerosoles a la estratosfera para bloquear algunos de los rayos del sol, entrará a gran velocidad. Si las pruebas son concluyentes, el equipo liderado por David Keith y financiado, entre otros, por Bill Gates, espera actuar para reducir la intensidad de las sequías.
Sin embargo, si la geoingeniería está volviendo a la vanguardia, no está exento de debate. Tanto ética como científicamente, los riesgos que implica jugar con el clima parecen enfriar a muchos expertos.
Existe un riesgo particular de perturbar este buen mecanismo, que es el del clima. Por ejemplo, si tomamos la afluencia solar, es responsable de los vientos y corrientes marinas en la superficie terrestre y, por tanto, de todo el ciclo del agua.
Pierre Gilbert
“Al desviarlos, muy bien podemos crear excesos climáticos que no podemos controlar y cuyos impactos no podemos modelar”, agrega el investigador, autor del libro Geomimética, regulando el cambio climático gracias a la naturaleza, publicado por las ediciones Les Petits Matins.
Entendemos que si juegas al mago aprendiz para provocar la lluvia o evitar el granizo puede resultar tentador, aun así es limitado. Querer cambiar el equilibrio planetario del clima es un proceso peligroso que debe considerarse con detenimiento. Entonces, aunque el tiempo es esencial, enfocar nuestro ingenio en tratar la causa, en lugar del síntoma, parece mucho más razonable.
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