De Apolo a Artemis: por qué EEUU apuesta por la industria espacial privada – Mr. Codigo
La empresa privada de Houston, Intuitive Machines, se encuentra lista para lanzar una misión a la Luna esta semana, marcando así el primer alunizaje de Estados Unidos en cinco décadas. Esta nueva estrategia de asociación público-privada de la NASA no está exenta de riesgos, ya que existe la posibilidad de ser superada por China, quien, al igual que India y Japón, ha llegado recientemente a nuestro satélite natural, lo que incrementa la competencia.
La empresa Intuitive Machines se enfrenta a muchas expectativas debido a la declaración de bancarrota de Astrobotic. La NASA ha decidido confiar en el sector privado para su programa insignia Artemis, lo que significa un cambio significativo en comparación con el pasado, donde la agencia espacial controlaba cada detalle de las misiones. Ahora, apuesta por la economía y la competencia empresarial, inspirada en el éxito de SpaceX.
La confiabilidad de SpaceX es un resultado directo de los errores que la NASA no podía permitirse. Actualmente, los vehículos SpaceX son los únicos medios de transporte para llegar a la Estación Espacial Internacional, a pesar de que la NASA también encargó a Boeing desarrollar un taxi espacial, el cual aún no está certificado.
La estrategia de la NASA es permitir que las empresas desarrollen sus propuestas en lugar de darles instrucciones detalladas. Esto se traduce en un menor costo para el programa Artemis en comparación con el programa Apolo. Sin embargo, esta estrategia también cuenta con algunos inconvenientes.
El contrato con SpaceX para desarrollar el módulo de alunizaje es complejo. El Starship, propuesto por SpaceX, necesita reabastecerse de combustible en el espacio antes de dirigirse a la Luna. El desarrollo de esta tecnología podría retrasar el regreso de los estadounidenses a la Luna, mientras que China planea enviar humanos allí en 2030.
A pesar de los riesgos, la NASA no puede dar marcha atrás en su asociación con el sector privado. La cancelación del programa lunar Constellation debido a restricciones presupuestarias ha dejado a la agencia espacial con pocas alternativas. La NASA planea regresar a la Luna en 2026, pero el calendario podría cambiar dependiendo de la evolución de esta nueva estrategia de asociación público-privada.
En resumen, el lanzamiento de la misión lunar de Intuitive Machines marca un hito para Estados Unidos, pero también plantea desafíos competitivos frente a potencias como China. La confianza en las empresas privadas, especialmente en SpaceX, ha inspirado a la NASA a cambiar su enfoque hacia el aprovechamiento de la economía y la competencia empresarial. Sin embargo, el desarrollo de tecnologías complejas como el módulo de alunizaje de SpaceX podría retrasar los planes de regreso a la Luna de Estados Unidos. A pesar de los riesgos, la asociación con el sector privado es una necesidad para la NASA debido a las limitaciones presupuestarias que enfrenta.
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