Personas infectadas con COVID-19 tienen más riesgo de problemas cardíacos y cerebrovasculares, según estudio
En un reciente estudio publicado en la revista Nature, se ha encontrado material genético del virus COVID-19 en las arterias coronarias de pacientes que ya se habían recuperado de la enfermedad. Esto sugiere que el virus puede permanecer en el sistema cardiovascular incluso después de superar la infección.
Según los investigadores, las personas mayores que ya presentan acumulación de grasa en los vasos sanguíneos tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares después de haber contraído el virus. El coronavirus tiene la capacidad de penetrar en los macrófagos, células inmunes responsables de proteger el cuerpo contra infecciones. Si estas células están cargadas de colesterol, pueden ser perjudiciales para el sistema cardiovascular.
La COVID-19 puede alterar los macrófagos y causar inflamación y formación de placas en las arterias, lo que podría explicar las complicaciones cardiovasculares en pacientes que ya han pasado la enfermedad. Además, se ha comprobado que el virus se replica en los macrófagos de pacientes que han muerto a causa de una infección grave.
Es importante destacar que la investigación se ha centrado principalmente en personas mayores con COVID-19 y condiciones médicas preexistentes, por lo que los resultados no pueden aplicarse necesariamente a personas jóvenes y sanas.
Los eventos cardiovasculares isquémicos, como el infarto agudo de miocardio y el accidente cerebrovascular, son complicaciones clínicas comunes asociadas al COVID-19, debido a la alteración de placas ateroscleróticas crónicamente inflamadas.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de cuidar la salud cardiovascular, especialmente en personas de edad avanzada y con problemas médicos subyacentes, para reducir el riesgo de complicaciones graves en caso de contraer el virus.
Si bien aún quedan muchas preguntas sin responder, la investigación continúa avanzando para comprender mejor los efectos a largo plazo del COVID-19 en el sistema cardiovascular y encontrar formas de prevenir y tratar estas complicaciones.
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