El mundo de los mercenarios rusos se encuentra en shock tras la noticia del fallecimiento de Yevgueni Prigozhin, conocido como el “chef de Putin”, y Dmitry Utkin, el número dos del Grupo Wagner. Ambos líderes perdieron la vida en circunstancias aún desconocidas, dejando un vacío de poder en la compañía.
Los mercenarios rusos, que han sido utilizados en conflictos en Ucrania y Siria, lamentan la pérdida y exigen venganza por la muerte de sus líderes. Sin embargo, se desconoce quién tomará el mando del Grupo Wagner y qué sucederá con la empresa.
África se ha convertido en el enfoque principal después de que Prigozhin centrara sus acciones en el continente. Se especula si Putin decidirá integrar a los mercenarios en las Fuerzas Armadas rusas o mantenerlos como una empresa de contratistas.
Los países africanos que dependen de la compañía podrían sufrir consecuencias negativas debido a la muerte de Prigozhin. Sin embargo, no se espera un cambio significativo en la relación entre Europa y África como resultado de este hecho.
Surgen interrogantes sobre quién podría ser el próximo líder de Wagner en caso de que la compañía continúe operando. Ivan Aleksandrovich Maslov, Vitalii Viktorovich Perfilev y Konstantin Aleksandrovich Pikalov son considerados posibles sucesores.
La supervivencia de Wagner en África dependerá de los acuerdos que mantenga con los gobiernos de la región. Algunos países africanos desean que Wagner desaparezca, mientras que otros dependen de la compañía para garantizar su seguridad.
Ocasionalmente, Occidente podría aprovechar esta oportunidad para recuperar posiciones en la lucha contra el terrorismo en el Sahel.
Se especula que Putin podría dividir el negocio de Prigozhin en África en partes más pequeñas y compartirlas entre otros empresarios. Sin embargo, el destino del Grupo Wagner en África sigue siendo incierto y podría desintegrarse o reconfigurarse.
A pesar de todo, Rusia difícilmente renunciará a su influencia en África a través de Wagner, ya que el continente ha sido un objetivo importante para expandir su poder. La muerte de Prigozhin y Utkin representa un cambio significativo en el tablero de juego, pero Rusia buscará mantener su influencia en la región a cualquier costo.
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