Arabia Saudita tiene una ambición “mundial” para el fútbol
El ambiente en las gradas del resplandeciente King Abdallah Stadium es el de las grandes noches. El 23 de mayo, Al-Ittihad, el club estrella de Jeddah, una ciudad cosmopolita a orillas del Mar Rojo, recibió a Al-Batin con entradas agotadas, frente a 55.000 espectadores.
En medio del humo, miles de aficionados locales vitorearon en voz alta la gloria de los “Tigres” negros y dorados, su equipo en la cima de la liga profesional saudita, la Saudi Pro League, a tres días del final. Las jóvenes, que acudieron con amigos o familiares, ondean banderas con los colores del club. “El ambiente es el mismo en todos los partidos en casa. No perdimos ninguno… Cuando conseguimos boletos”, comenta Nada (no reveló su nombre), con velo floreado y abaya marrón. Para explicar esta devoción, la saudí de 33 años señala con el dedo al cielo: “Ittihad es mi alma, él es Dios. »
El fervor legendario de sus seguidores le valió a Al-Ittihad el apodo de “el club del pueblo”. La pasión se transmite de generación en generación y entre amigos. No es el jugador más exitoso en la historia del fútbol saudita; ese pedigrí va a Al-Hilal, su rival de Riyadh. Pero, tras catorce años de escasez, esta temporada se alzó con el campeonato al vencer al Al-Nassr, el club más destacado del reino y su estrella, el delantero portugués y cinco veces Balón de Oro, Cristiano Ronaldo. “Las dos veces que jugamos contra él, ganamos y ni siquiera metió un gol”, dijo. se burla de Omar Jamjour, de 30 años, imitando la frustración de la ex estrella del Real Madrid de 38 años en el momento de la derrota.
La llegada del campeón a la Saudi Pro League, en 2023, con el sueldo más alto de la historia del fútbol -o 200 millones de euros por temporada- ha puesto en el punto de mira a Arabia Saudí. En el Mundial de Qatar 2022, los “Halcones Verdes”, la selección nacional, ya se habían distinguido al vencer a Argentina, quien ganaría la competencia pocas semanas después. Ese día, en el palco de honor, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman, observó con celo el éxito de la organización qatarí y el poder del fútbol como herramienta de Poder suaveconfirmando su sueño de albergar también un Mundial.
reclutamiento agresivo
Después de Qatar y Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí quiere ser el nuevo Eldorado del fútbol. Y desde hace semanas, el reino ha lanzado una ofensiva total que tiene al mundo del fútbol en pánico.
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