En Suecia, la extrema derecha espera realizar su “gran limpieza” en las administraciones
Rara vez una decisión ha causado tanta indignación en las universidades suecas. Anunciado el 27 de abril, el cambio en las reglas para la designación de las juntas directivas de los establecimientos públicos de educación superior ha provocado desde entonces reacciones donde se mezclan la ira y la preocupación. Rectores, profesores, investigadores y estudiantes: todos acusan al gobierno de centroderecha, apoyado por la extrema derecha, de poner en peligro la “Libertad académica”.
En el sistema actual, las juntas directivas están compuestas, en una mitad, por representantes de la universidad y, en la otra, por personalidades externas, designadas por el ejecutivo, a propuesta de dos representantes designados por la universidad y el gobierno. . Esto no está exento de problemas, señala Shirin Ahlbäck Öberg, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Uppsala y autora de un informe sobre libertad académica publicado en marzo, porque bajo este sistema, las universidades suecas “se consideran agencias gubernamentales y, por lo tanto, están expuestas al control político”.
A estas alturas, sin embargo, se había alcanzado un equilibrio: “Las partes entendieron la importancia de respetar cierta distancia y los gobiernos aprobaron en principio los nombres que les propusieron”observa el investigador. De ahí la sorpresa que suscitó la declaración del ministro de Educación, Mats Persson, el pasado 27 de abril, anunciando que las juntas directivas, nombradas a partir del 1ejem Mayo fue solo por diecisiete meses versus tres años normalmente, el momento para que el gobierno modifique las reglas de selección.
“Mayor control político”
Para justificar estos cambios, el Ministro se remite a la “situación de seguridad”. En una entrevista con el diario Dagens Nyheter, el 28 de abril, menciona los riesgos de la infiltración de agentes extranjeros en las universidades suecas. También se refiere a los robos de patentes por parte de investigadores de China, Irán o Rusia. “Fuimos ingenuos en Suecia y ahora estamos cambiando nuestra política”justifica Mats Persson.
La explicación “no tiene sentido”, reacciona Marie Demker, politóloga de la Universidad de Gotemburgo, señalando que las cuestiones de seguridad no son competencia de los consejos de administración de las universidades. Anunciada sin previo aviso, la decisión del gobierno lo sumió en la confusión: “No puedo evitar pensar que existe el deseo de reemplazar a los miembros actuales de la junta con personas que tengan los puntos de vista ‘correctos’. »
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