estas condiciones que socavan el anuncio del nuevo alto el fuego M23
Con nuestro corresponsal en Kinshasa, Paciente Ligodi
El M23 aún no ha guardado las armas, unas horas tras el anuncio de la entrada en vigor de un alto el fuego este martes 7 de marzo. Si promete no realizar nuevas ofensivas, dice, se reserva todo el derecho a defenderse si sus posiciones son atacadas. Además, el martes por la tarde continuaron los combates en la localidad de Sake, en los alrededores de Goma. Además de nuevos desplazamientos de población civil, varias fuentes reportan heridos por balas y explosivos en la zona.
Esta no es la primera vez que el M23 declara un alto el fuego que no se ha cumplido. Más que nada, en esta etapa, el movimiento espera la apertura de un diálogo directo con el gobierno. Una postura que no ayuda a Kinshasa, que condiciona cualquier diálogo con este grupo, bajo sanciones de Naciones Unidas, a la retirada de sus combatientes de todas las zonas ocupadas.
Claramente, el M23 primero debe retirarse y reagruparse al pie del monte Sabyinyo, en la frontera entre la RDC, Uganda y Ruanda, antes de esperar un gesto del gobierno. Mientras tanto, la situación humanitaria sobre el terreno sigue deteriorándose.
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