¡El cambio climático se alimenta de sí mismo!
Las emisiones de nuestros automóviles se encuentran entre los culpables directos del cambio climático en curso. Y los investigadores nos dicen hoy que ellos también pueden estar entre los indirectamente responsables. Porque la contaminación del aire que generan tiene un impacto inesperado en el suelo.
Cuando nuestros automóviles son conducidos, emiten dióxido de carbono (COdos). Pero no solo el dióxido de carbono. También emiten partículas finas, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), dióxido de azufre (SOdos) y… óxidos de nitrógeno (NOx). Estos últimos son objeto de un reciente estudio realizado en elUniversidad de California en Riverside (ESTADOS UNIDOS). Porque la concentración de nitrógeno en el aire se ha triplicado desde 1850. Y los investigadores se han preguntado qué impactos podría tener esto. Principalmente en pisos.
Recuerda que el nitrógeno también es utilizado como fertilizante por la agricultura. Por lo tanto, uno pensaría que al promover el crecimiento de las plantas y la actividad microbiana, más nitrógeno ayudaría a almacenar más carbono en los suelos. Pero es exactamente lo contrario de lo que observaron los investigadores en las tierras áridas del sur de California.
Un sumidero de carbono en peligro de extinción
Los investigadores trabajaron en muestras de suelo fertilizadas con nitrógeno a largo plazo. Una forma de estar seguros de la cantidad de nitrógeno en cuestión y de tener en cuenta todos los efectos observados. Bajo ciertas condiciones -en suelos áridos, sin cobertura vegetal y con baja actividad microbiana- observaron por primera vez la acidificación del suelo. Una acidificación que los suelos intentaron resistir liberando calcio. El problema es que en la operación también se liberó una parte del carbono ligado.
Los investigadores señalan que en nuestro planeta el 45% de la superficie terrestre está cubierta por tierras áridas. En principio, puede contar con ellos para almacenar una gran cantidad de carbono. El descubrimiento que acaban de hacer de que la contaminación por nitrógeno puede afectar estos suelos de formas inesperadas podría comprometer este sumidero de carbono. Y dar un impulso adicional al calentamiento global antropogénico. Una muy buena nueva razón para limitar nuestros viajes en coches térmicos. Y, más ampliamente, nuestras emisiones de nitrógeno.
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