EL PASO, Texas – El hombre acusado de matar a más de 20 personas en un ataque racista en un Walmart en El Paso, Texas, planea declararse culpable de los cargos federales en el caso, según muestran los registros judiciales. no buscaría la pena de muerte.
Patrick Crusius sigue acusado en un tribunal estatal de asesinato capital y podría enfrentar la pena de muerte en Texas si es declarado culpable del tiroteo masivo de 2019 en el que 23 personas perdieron la vida.
En una presentación judicial el sábado, los abogados defensores solicitaron que se programe una audiencia para que Crusius pueda declararse culpable de los cargos federales. Fue acusado de delitos de odio y violaciones de armas.
El juez federal de distrito David Guaderrama, en una orden entregada el lunes, programó la audiencia para el 8 de febrero en El Paso.
Crusius se entregó a la policía después del ataque y dijo: “Yo soy el tirador”, y agregó que estaba apuntando a los mexicanos, de conformidad con una orden de arresto. Los fiscales dijeron que publicó un extenso texto en línea poco antes del tiroteo, en el que decía que estaba actuando “en respuesta a la invasión hispana de Texas”.
El 3 de agosto de 2019, el tiroteo tuvo lugar en un día ajetreado en un Walmart que suele ser popular entre los compradores de México y Estados Unidos. Además de los fallecidos, más de una veintena de personas resultaron heridas. Muchos eran ciudadanos mexicanos.
El Paso es una ciudad predominantemente hispana que forma un área metropolitana internacional con más de dos millones de habitantes. En el lado estadounidense, los suburbios se extienden hasta Nuevo México.
Si bien los casos federales y estatales han progresado por caminos paralelos, no está claro cuándo se podría juzgar a Crusius por los cargos estatales. Se programó una audiencia sobre el caso del estado para el miércoles por la tarde, según documentos judiciales.
La fiscal a cargo del caso estatal, Yvonne Rosales, renunció en noviembre por acusaciones de incompetencia en cientos de casos en El Paso, lo que retrasó significativamente el caso Crusius.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, nombró a un nuevo fiscal de distrito el mes pasado para “restaurar la fe” en el sistema de justicia local.
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