Las condiciones del mar no eran especialmente peligrosas este jueves, pero aun así, una tragedia ocurrió en Praia do Norte, en la localidad portuguesa de Nazaré. Un legendario surfista brasileño, Marcio Freire, murió, convirtiéndose en la primera víctima de este famoso spot y arrancando las condolencias de otros profesionales de la ola grande.
“Un hombre de 47 años, de nacionalidad brasileña, murió esta tarde al caer mientras practicaba surf remolcado en Praia do Norte”, informó la Autoridad Marítima Nacional en un comunicado. “Los rescatistas constataron que la víctima estaba en paro cardíaco, iniciando de inmediato las maniobras de reanimación en la playa (…). Después de varios intentos, no fue posible revertir la situación”, dijo.
Según fuentes locales escuchadas por AFP, la víctima es Marcio Freire, uno de los veteranos del surf XXL que vivió durante veinte años en el archipiélago estadounidense de Hawái, la meca del surf internacional. Varios profesionales de todo el mundo, también presentes en Nazaré el jueves, rindieron homenaje a Freire. “Hoy perdimos a uno de los nuestros”, escribió en Instagram. el experto en olas grandes Nic von Rupp. “Siempre tuve mucho respeto por Marcio. (…) Hoy lo vi surfeando todo el día en Nazaré con una gran sonrisa. Es con esta enorme sonrisa que lo recordaré.
“Más que un ídolo”, un “verdadero héroe”
También en Instagram y desde Nazaré, el surfista Thiago Jacaré, compatriota de Freire, rindió homenaje a su amigo que, según él, fue “más que un ídolo” y un “verdadero héroe”. La polémica técnica del surf remolcado consiste en permitir al practicante acceder a olas especialmente grandes, a las que los surfistas generalmente no pueden acercarse remando a mano, mediante una máquina motorizada (jet-ski o helicóptero) que se aleja tras lanzar al surfista a la ola.
Cada invierno, Praia do Norte es tomada por muchos surfistas. Esta playa ofrece unas condiciones excepcionales para surfear grandes olas debido al fenómeno geológico llamado “Cannon da Nazaré”: una falla de 170 km de largo y 5 km de profundidad en el fondo marino por donde avanza el oleaje del Océano Atlántico antes de ser propulsado a la superficie cuando golpea la orilla.
Fue aquí donde el alemán Sebastian Steudtner estableció el récord mundial de la ola más grande jamás montada, con una ruptura de ola de 86 pies (26,2 m), surfeada el 29 de octubre de 2020. Allí han ocurrido varios accidentes desde que el estadounidense Garett McNamara la presentó a la ola gigante. comunidad de surfistas a principios de 2010, pero ninguno resultó fatal hasta el jueves.
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